Clásicos Del Género: Melvins – «Stoner Witch» (1994)
Grunge / Stoner Rock
(Atlantic Records)
Que una banda como Melvins, posiblemente sea una de las más difíciles de describir en cuanto a asentarlos en un género en concreto, creo que un trabajo como “Stoner Witch” es el ejemplo más perfecto para respaldar esta teoría. Muchos siempre se hacen la misma pregunta, sobre todo aquellos devotos más iniciales de esta banda… ¿”Houdini” o “Stoner Witch”? Una difícil elección pero yo creo que si hay un álbum apropiado para esta web, el que más se asemeja es este séptimo disco de estudio dónde a diferencia de “Houdini”, el mítico cuarteto de Seattle (por aquel entonces trío), deja de lado sus técnicas al metal más clásico inyectando un chute de ácido concentrado en buenas parte del trabajo resultando prácticamente como viajes extra sensoriales.
Tampoco es que sea un aficionado a las letras de Melvins, tendría que someterme durante mucho tiempo a su criptica muchas veces sin sentido pero con lo que me quedo es con el gran tamborileo de un grande como el percusionista Dale Crover. En el caso del frontman Buzz Osborne parece traer un vacile continúo con la guitarra que muy pocas veces llega a explotar, una extensa versión a la improvisación que catalogan a esta joya como un desmadrador viaje a otra galaxia.
A pesar de tener ese estúpido panfleto publicitario de ser uno de los mayores exponentes del difunto Kurt Cobain, Melvins era mucho más que una fuente de inspiración. Como innovadores por aquella época de llevar estilos como el punk, diversos del género metal o el rock más experimental, es algo que en realidad es sumamente audible, su mejor propaganda y su sello más característico.
Una pieza que perfectamente resuma lo que es Melvins es “June Bug”, dos minutos necesarios para resumir lo que estos tipos son capaces de hacer. Tan suaves, tan fuertes, una revolución del rock. La mayoría de gente recuerda a esta banda como una de esas estrellas que ocasionalmente salía en la MTV, amén de su gran temazo “Revolve”, transmitiendo a la muchedumbre himnos súper pesados que sirvieron como antídoto para formaciones como Stone Temple Pilots. “Roadbull” es otra de sus piezas más accesibles llena de obtusos coros y la fuerza bruta de Melvins. Sin embargo hay otras canciones que sorprenden como “Lividity”, ese tramo final que sirva como anticipo a lo que hoy en día llamamos drone, o debo decir Sunn 0))) pero si hay un tema que a mi verdaderamente me eriza la piel es una volada como “At The Stake”, solo falta ponerte en la piel de Martin Sheen recordando el sonido de las hélices de los helicópteros valkirias o meter al Morrison más chutado en la verde arboleda del Vietnam y que se pierda en sí mismo en su eterna búsqueda del Coronel Kurtz.
Este trabajo de Melvins es el más “Melvins” de todo, su mejor versión al desnudo, tocados con el corazón, sintiéndolo con su alma más profunda, no es ni el más cohesionado de ellos ni tampoco el más influyente pero esta losa del 94 trae un cúmulo de enajenaciones para la mente más ida. Desde el punk más demente pasando por la distorsión del stoner/doom o la era más pop del grunge. Eso es básicamente “Stoner Witch”, la interpretación más abrasiva de los norteamericanos que succionaba ese agujero negro del underground noventero y que con el tiempo, se las ha arreglado para que muchos años después y con casi 25 discos de estudio en su discografía, se mantengan vivos como muy pocos.
Una banda que significa el ejemplo de muchas en el presente capaz de tener dos versiones en un mismo disco acercándose a la bilateralidad de la misma en esta excelente travesía de principio a fin.