Ecos De Sabbath: Pagan Altar – «Volume I» (1982)
El pasado viernes 15 de Mayo fue un día absolutamente terrible para todos los amantes de la buena música, fallecieron el legendario maestro del blues B.B. King y Terry Jones, uno de los frontman de NWOBHM más influyentes de la historia del doom. Un duro fin de semana lleno de luto y lamentos por parte de millones de fans y compañeros. Desde aquí queremos rendir homenaje a la -menos mediática- marcha de un artista que, con su sonido, ha inspirado e influenciado a incontables bandas y músicos. Hoy hablaremos sobre el primer larga-duración de los legendarios Pagan Altar. Uno de esos álbumes clave que forman una parte esencial de la historia del metal.
Uno no puede evitar ponerse melancólico al hablar de una banda tan adorada por todos los que amamos el sonido pesado. Más aún cuando recordamos ese «Volume I», la carta de presentación de lo que, en aquel entonces, eran otra panda de jóvenes músicos que buscaban seguir la senda que los Black Sabbath habían marcado años atrás. Una época en la que los malvados páramos de la distorsión iban ramificándose y cogiendo velocidad mientras que un casi anónimo grupo de bandas seguía fiel a la malígna oscuridad sonora que Ozzy había profetizado en 1970. Antes de continuar, cabe destacar como dato curioso que este «Volume I» fue primero una demo hómonima, en 1982, y luego fue relanzado como álbum con la portada que veis abajo y una canción extra en 1998.
¿Os podéis imaginar cómo hubiera sido ser testigos de semejante acontecimiento? Ver a un jóven y sano Terry Jones subirse al escenario de un tugurio de mala muerte en Londres, con sólo treinta personas como público, y vociferar invocando al oscuro, mientras la legión de adeptos dislocan sus cervicales al son de aquel cuarteto de nóveles llamados Pagan Altar. Todo ello sin tener ni la más remota idea de lo que esas canciones supondrían varios años más tarde. Eso, damas y caballeros, se llama hacer historia. «Volume I» es uno de esos pasajes del viejo testamento de un sonido al que un servidor ha dedicado ya muchos años de su vida, unos cuarenta minutos que han sonado en nuestras cabezas miles de veces, tanto en momentos de júbilo como, sobretodo, en momentos de tristeza y melancolía. Un álbum que, como tantos otros, forma parte de la banda sonora de nuestra vida.
Qué más os puedo decir, cada pista del largo es como si fuera un himno, los cantares de ceremonia de un aquelarre de brujos con una libreta de riffs exquisita y una potencia instrumental que supone todo un repaso por la gloriosa NWOBHM. Un rabioso martillazo a la forja de unas bases que recogerían las legiones de discípulos que estaban por llegar. Como os decía al principio, unos días muy amargos para los amantes de la buena música. Ya seas artista u oyente, busca esta noche un lugar íntimo donde poder estar sólo y pégale una escucha completa a este gigantesco «Volume I», revive y sé testigo nuevamente de aquellos históricos momentos. Una banda que es de lo más auténtico que jamás podrá llegar a tus oídos, cuyo legado se mantendrá vivo en la distorsión, para siempre.