Graveyard – «Innocence & Decadence» (2015)

Graveyard - Innocence & Decadence

Psychedelic / Blues Rock

(Nuclear Blast Records)

 

 

“Innocence & Decadence” es el cuarto disco de estudio de la banda de Gotemburgo, disco recientemente editado por Nuclear Blast y por el cual los reconocimientos llueven sobre sus cabezas, nadie puede decir que es gratuito, al contrario, el desarrollo musical que han alcanzado sólo puede describirse como admirable, desde que en 2007 firmaran ese tremendo debut en el sello de su natal Suecia, Transubstans y Tee Pee Records (2008) todo ha sido sencillamente glorioso. Más cuando pasan a un sello transnacional del peso de Nuclear Blast y se marcan 2 discos en 2 años de las proporciones de “Hisingen Blues” y “Lights Out”, dejando de lado el sonido proto/stoner de su debut para zambullirse de lleno en una hard rock psicodelico, cargado de ácido y blues que parece haber sido remojado en whiskey al menos por 3 décadas.

Tras intensos años de giras la espera se hacía eterna para poder escuchar algún nuevo material, pasaron 3 años para que los nostálgicos de los sonidos setenteros y bluseros puedan deleitarse a sus anchas, “Innocence & Decadence” trajo consigo el retorno a las cuatro cuerdas de Truls Mörck, después que Rikard Edlund dejara la banda para buscar nuevos aires y viene a confirmar que indudablemente estamos frente a una de las mejores bandas de los últimos años, inagotable talento, ejecuciones y elegancia compositiva que sumados al extraordinario trabajo vocal de Joakim Nilsson nos regalan un festín incombustible de la mejor música que alguna banda puede entregar hoy en día.

Apenas abre el disco con “Magnetic Shunk” con ese sonido clásico registrado por Graveyard sabes que las posibilidades de regocijo son infinitas, ritmo acelerado y buen trabajo vocal, pero ya puedes sacar una conclusión, este tema podría haber estado en “Hisingen Blues” o “Lights Out” sin ningún problema y no se trata de minimizar nada, es un tema bárbaro, pero te envía una señal que podría marcar la escucha del disco. “The Apple and the Tree” fue el primer adelanto oficial, video incluido, el sonido Dire Straits que marca este tema le da un pequeño giro muy interesante al inicio, Muy personalmente me llama la atención algunas fraseos de Nilsson en donde noto un dejo de suficiencia, cantando casi con desidia, es tanta la amplitud vocal que tiene que a ratos parece no molestarse en extremar recursos.

“Exit 97” y la atmósfera baja por primera vez, esas suaves guitarras que se hicieron típicas en sus 2 discos predecesores vuelven a llenar el ambiente. La luz baja y los acordes te adormecen con extremada sutileza, salvo por los lamentos lánguidos y lúgubres con los  que Joakim Nilsson acomete, un gran momento.  “Never Theirs To Sell”, un brevísimo y galopante corte muy alineado a los inicios de la banda que podría pasar desapercibido en este disco, salvo por el notable trabajo vocal muy cercano al gran maestro Robert Plant.

Graveyard Band

Como no destacar la naturalidad con la que se desenvuelven, la fluidez de las composiciones en donde, al parecer, la exploración se ha detenido y optaron por buscar en el pasado las reminiscencias que se alineen con su presente, “Can’t Walk Out” goza de un sonido más contemporáneo y se pueden encontrar uno de los mejores trabajos en las guitarras. Solos magníficos en donde Jonatan Larocca-Ramm demuestra lo que seguramente ha estudiado y admirado a Mark Knopfler. “Too Much Is Not Enough” rompe el aire de manera notable, el pináculo vocal de Joakim Nilsson, blues oscuro y nostálgico, acompañados de coros sugerentes que aterciopelan el aire de soul, una delicia.

“From A Hole In The Wall” y la sorpresa de tener en forma íntegra en las voces a Truls Mörck, un tema en línea stoner que pareciera firmarse por cualquier banda menos Graveyard, si alguien me dice que este tema es de relleno le creo. “Cause & Defect” baja un poco la intensidad, soberbias guitarras y, una vez más, un Joakim Nilsson inunda cada segundo y espacio con su escalofriante voz que con cada disco que graba pareciera fluir con mayor soltura y desenfado.

“Hard-Headed” y la electricidad a tope, gran línea de bajo y otro as sacado de la manga con la marca registrada de Graveyard, pasa que instantes irse a la segura navegando por aguas conocidas podría ser un escollo pero que los suecos sortean y salen siempre bien parados.

Ya acercándonos al final se pueden ir adelantando conclusiones de “Innocence & Decadence” tiene esa magia adictiva de Graveyard, pero no pareciera que se hayan despeinado mucho, que puede ser el punto en discusión, pero dejemos que “Far Too Close” hable con ese blues arrastrado y firmado en el delta. Carismático, triste pero evocador, con otra sorpresa vocal, esta vez es Jonatan Larocca-Ramm a cargo del micrófono quien lidera con una melancólica voz un tema oscuro y de gran calibre, sobresaliente su interpretación. “Stay For A Song” cierra de una forma impresionante “Innocence & Decacence”, el agónico canto de Nilsson sólo acompañado de su guitarra y suaves golpes de teclados, la agónica interpretación que nos invita a quedarnos no hace más que dejarte con un cúmulo de sensaciones, como pensando en lo que te puede dejar este disco después de los poco más de 40 minutos.

“Innocence & Decadence” es un disco del que podríamos discutir mucho, que pareciera repetir fórmulas, un álbum que no aporta nada nuevo y quizás eso es su gran fortaleza, los suecos reafirman sus convicciones y se declaran abierta y públicamente impredecibles renunciando a la innovación, afirmándose fuertemente a las raíces de su música, retrocediendo al pasado y sumergiéndose en el intimismo y la nostalgia para volver a entregarnos un gran disco, opinable, pero cargado de la magia que sólo tiene Graveyard.

 

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