Greenleaf – «Rise Above The Meadow» (2016)
Stoner Rock
Los suecos Greenleaf vuelven en este 2016 con su nuevo “Rise Above The Meadow”, el sexto disco de estudio para los de Borlänge que parecen asentarse con esta nueva formación ya que en los últimos cuatro años han sacado tantos discos como la primera década de su existencia como banda y buena parte de esto la tiene un obrero del género como es el señor Tommi Holappa, el artista de las cuerdas que siempre quiso ser carpintero en su ciudad natal, o al menos eso nos comentó en su última entrevista que le hicimos (ver aquí), pero dejando este tipo de anécdotas a un lado, la verdadera razón es que el guitarrista es el artífice de que hoy en día, Greenleaf sea un sólido proyecto con una carrera alentadora por delante.
“Trails & Passes” (reseña aquí) fue, sino el mejor, de los mejores en su género durante el pasado 2014 (ver lista aquí). Fueron muchos los medios en elogiar con tal magnitud ese quinto trabajo de estudio tirando de una lógica aplastante. Greenleaf bebe mucho del sonido de la vieja guardia, experiencia tienen a raudales y sino que se lo pregunten al señor Holappa cuando ya hacía de las suyas en los venerados Dozer, una banda que no solo se espera pronto su vuelta al ruedo, sino que muchos lo catalogan como los verdaderos Kyuss europeos y esto es un honor que se les puede hacer demasiado grande a los nórdicos pero también es cierto, que saben darle al público lo que merece y créanme cuando les digo que las semejanzas, están ahí.
“Rise Above The Meadow” desprende belleza desde su maravillosa portada, obra del artista Sebastian Jerke, un buen surtido de emociones que recoge el testigo de un predecesor álbum mucho más directo. Para esta ocasión, Greenleaf impresiona nuevamente pero a ese viaje emocional a su vez te puede conmocionar, alterando continuamente diferentes estados de ánimo de la banda. Desde el sosiego más apaciguado que resulta ser la templanza que precede a la tempestad. Posiblemente estemos ante su disco más excitante hasta la fecha, ese sin duda sería un buen titular para el novedoso álbum de Greenleaf.
Nueve piezas conforman este nuevo capítulo en su gran discografía y que esta vez vienen con la particularidad de mecerte en esta colección de melodías sin ningún tipo de complejos. Canciones directas y contundentes como marcarán su anterior trabajo en la inicial “A Million Fireflies”, “Pilgrims” o “Tyrants Tongue”, hasta ponerte los pelos de punta con auténticas losas muchas más densas y pocas veces encontradas en su carrera como viene a ser el caso de “Levitate And Blow (Pt. 1 & 2), sin duda unas de las sorpresas de “Rise Above The Meadow” con más de 7 minutos dónde la banda ofrece un continuo balanceo más próximo al doom por momentos.
La otra sorpresa que guarda el trabajo quizás sea una canción como “Carry Out The Ribbons” una mezcla entre Fleetwood Mac, virando el rumbo a los 70, o la banda de Maryland, Clutch, desde un punto de vista más presente y es que de la formación capitaneada por Neil Fallon se le pueden sacar muchas texturas aquí. Ahí queda el caso de los momentos adictivos que despiertan en “Golden Throne” o “Funeral Pyre”, ambas invitan a darte una buena sacudida. Sin embargo “Rise Above The Meadow” es un trabajo que no para de sorprender y ofrecer todo tipo de impresiones. “Howl” es otro de esos tramos juguetones dónde la banda tira de mucha parsimonia, yendo y viniendo en un disloque de decibeles que suben y bajan.
Al igual que “Trails & Passes”, desde mi punto de vista, lo mejor se lo reservan para el final. “Pilgrims” es una de esas canciones que vemos que estos tipos cuando quieren pueden dejarte temas para el recuerdo. Esta última pieza es el ejemplo perfecto para disfrutar de un perfecto ejercicio al stoner rock desde su estado más creciente. Magnífica reproducción de la banda como colofón final.
Explosivo se mire por donde se mire, “Rise Above The Meadow” trae el regreso de Greenleaf prácticamente cuando apenas habíamos digerido “Trails & Passes”. En su lugar sin ser un trabajo más inmediato o directo, los suecos traen otro par de alabanzas hechas con honestidad y mejor corazón. Parece mentira que esto naciera como un proyecto paralelo de lo que un día fue Dozer, cualquiera que lo escuchen hoy en día y gracias a discos como este, podemos disfrutar de su solidez, gran contribución que le están dando al género y esa mezcla perfecta que tiene Greenleaf de juntar melodías con la mayor pesadez del rock convirtiendo sus trabajos en inolvidables momentos y sus recitales en inmortales espectáculos fraguados en la memoria de muchos.