Khemmis – «Absolution» (2015)
Traditional Doom Metal / Heavy Metal
Khemmis podrían ser otra, entre muchas de millones de bandas más, que emulan un estilo o banda, pero bueno, no llega a ser el caso con esta formación. Sí que todas tienen algo de esta o aquella o hacen este estilo u otro que pudiera parecerse a una u otras. Esto es cierto. Lo importante es saber lo que se quiere, llevarlo al terreno deseado y terminar por darle el toque personal que hará de una banda el ser reconocible o caer en el olvido con otro puñado. Khemmis, formación de Denver compuesta por Phil, Ben, Dan y Zach hacen con su genial mezcla de doom tradicional evocando el alma de Black Sabbath y las armonías de bandas como Thin Lizzy que, tras varias escuchas, su primer largo, “Absolution”, deje un sabor de boca muy gratificante. El darle su tiempo debido, será el descubrir un gran disco cargado de potencia y clasicismo de bella factura.
La banda se formó en 2012 y desde entonces ha compartido escenario con una serie de bandas de renombre, entre ellas: Eyehategod, Church of Misery, Samothrace, Noisem, Bongripper, Today Is The day o Power Trip. En diciembre de 2014 la banda decide entrar a grabar en Flatline Audio con Dave Otero (Primitive Man y Cattle Decapitation), obteniendo como resultado un viaje de seis pistas llamado “Absolution”. Álbum de cuarenta minutos que dejará boquiabierto a los locos por el heavy-doom y a los que sueñan con romper cualquier muro a base de pesadez sonora y sludge contemporáneo. A decir verdad, le encuentro en muchos momentos, parecido -o influenciados- con Pallbearer, cosa que no disgusta en absoluto.
El álbum, al igual que la determinación final para su evaluación, es lento, denso y pesado. De nuevo, un trabajo que no entra con sus primeras escuchas, salvo “Serpentine”, que desde su comienzo te inmoviliza y deja petrificado para la eternidad. Esto también se debe a un tema personal y musical, que con el tiempo, voy rompiendo y obteniendo por ello una gran recompensa a cambio. “Absolution” se abre con “Torn Asunder”, tema que enseña casi todos los credenciales de esta banda y que, con ganas de hacerse con un importante lugar en la escena, han elaborado un muy laborioso álbum demostrando importantes y reconocibles valores para esto. Se destaca de este primer tema sus ritmos pesados y machacones acompañados de voces que juegan con lo gutural y lo épico transcendental. El segundo corte, “Ash, Cinder, Smoke”, otra muestra más del enorme gusto de estos cuatro tipos, es una preciosa y abrumadora pieza que entremezcla en sus casi siete minutos de duración, la calma y delicadeza de notas con estética gótica, con la desgarradora vertiente que le dan al juego de tonos vocales -de nuevo- en todo el álbum. Sin duda, una pieza que es pilar central de esta obra. A continuación, la nombrada “Serpentine”, ese heavy-doom que quiebra el álbum en dos por su enorme trato demoledor que se le administra a los instrumentos y a una, cada vez más, magistral -magistrales- voz. Pieza clave para entender a Khemmis y el mundo que les rodea.
Los tres cortes restantes, la otra mitad de este gran disco, siguen con la misma intensidad y poderío de riffs y mole emocional/destructiva. “Antediluvian”, “Burden of Sin” y “The Bereaved”. La primera de ellas sigue agigantando la necesidad de entrar de Khemmis por el lugar adecuado para triunfar. Sus seis minutos son la constancia de un trabajo de poder y momentos gloriosos. Y para cerrar, con la segunda y tercera parte de esta división que he creado, catorce minutos de un estilo muy caracterizado, trabajado, bien llevado a un terreno de moda en estos últimos años, pero con la fortuna de hacerlo cojonudamente bien en este caso.
Un disco que, para un servidor, no ha sido fácil de tragar, pero que la insistencia por saber que el jugoso sabor lo encontraría al final, no he dejado de masticar hasta dar con la verdadera esencia de él.