Mondo Drag – «S/T» (2015)
Psychedelic Rock
Como una banda totalmente atemporal, fuera de los tiempos que corremos, traemos para hoy un disco que sería una pieza esencial y mayúscula de la época del presente si su lanzamiento se hubiera hecho en décadas como los 60 o 70.
Con un sonido tan clasicista que capta su atención al momento, desde sus compases iniciales la instantánea que recogen este quinteto californiano es de lo más nostálgica. Los equipos analógicos, pantalones de campanas, largas melenas al viento, el amor libre y el ácido bien concentrado, son algunas de las características para esta nueva aventura de rock retro que nos regala un año para el recuerdo como está siendo este 2015.
Como un movimiento como es el rock psicodélico, al que muchas veces yo he dictado como si estuviera viviendo su segunda juventud totalmente en alza, llegan ahora Mondo Drag con su homónimo trabajo para darte una de sus visiones fugaces. Al darle al play al álbum puedes sentir como esa energía que contiene el interior del álbum te absorbe y sigue esa línea que ya dejaron en su predecesor álbum.
Casi 10 años de dilatada experiencia dónde ha habido de todo y que parecen alcanzar su mayor exponente en este nuevo trabajo. La esencia y sutil tacto de los mejores Grateful Dead parece abrazarse con la psicodelia maestra de los Pink Floyd de Barret, Mondo Drag hacen que te creas que has nacido en una época diferente, te transporta en el tiempo y buena parte de esa culpa la tienen la larga amistad de sus componentes. 
Como amigos de la infancia en su Iowa natal ha cambiado su sala de operaciones hasta Oakland dónde han lanzado su nueva obra bajo el sello local, Riding Easy Records.
“Zephyr” arranca con las etéreas voces de Nolan Girard haciendo de una pista inicial perfecta y totalmente amena, marcada por ese clásico blues rock y la genial aportación de John Gamino a las teclas. “Crystal Visions Open Eyes” trae el suave balanceo a la guitarra con ese resplandor lisérgico que encarna al verdadero corazón que trae la pista. “The Dawn” contiene los arreglos a las seis cuerdas y el justo galope necesario que llevan Cody a la batería y el bueno de Gamino a las teclas pero es a partir de “Plumajilla” dónde el álbum empieza a ganar enteros. Fantástico temón bajo insistentes riffs y las mejores partes vocales del LP que desplazan al oyente al ambiente exacto de dónde procede la naturaleza de este género. La parte final recoge ese aire del salvaje oeste como si fuera el inicio de un spaghetti western con frescas melodías que van elevando la excelencia de estos artistas de la música contemporánea. “Shifting Sands” recoge el lado más cósmico, una gran destacada del disco que se posiciona en los Floyd más chutados de LSD.
Llegados a este punto no podemos creer lo que estamos escuchando y se empieza a desvanecer los deseos de superar esto. Que equivocados estamos… “Pillars Of The Sky” es inquietamente surrealista, una obra cumbre entre órganos y pianos que completa y verifica el soberano trabajo de estos artífices a la hora de recoger la gran ambientación que ellos se han propuesto. “Snakeskin” culmina esta epopeya bajo el cálido manto que traen el gran juego entre su sección rítmica y el órgano creciendo cada vez más y más en su interior.
El homónimo disco de Mondo Drag es un crisol de sonidos dónde destacar a los órganos, cajas de fuzz, sintetizadores, la magia de sus guitarras y las geniales voces en eco que suelen distinguirse en buen aroma a este tipo de trabajos. Los paisajes sonoros que tallan los músicos son épicos y algunas de las piezas que contiene este disco vienen provistas de una profundidad muy pocas veces vista y un poder que esconde un retrato revelador que representa el gran talento que ellos disponen. Simplemente alucinante.
