Ecstatic Vision – «Raw Rock Fury» (2017)
Heavy Psych / Krautrock / Space
Aún sin despertar del hiper-sueño producido en su más que sobresaliente debut, los norteamericanos Ecstatic Vision regresan este año con su segundo disco “Raw Rock Fury”, un título que funciona a la perfección con lo que vamos a encontrar en su interior.
A la venta a través de Relapse Records desde el día de hoy, es normal que este sea nuestro DISCO DE LA SEMANA, aunque también podría ser el del mes, o de lo que llevamos de año. Si señores, Ecstatic Vision lo ha vuelto a hacer. Si creías que “Sonic Praise” (reseña aquí) era insuperable, es que habías subestimado a estos músicos Philadelphia que vuelven ahora con un componente más, más eléctricos, más mágicos y esta vez sin frenos. Eso es exactamente lo que trae este segunda propuesta, un desenfreno de psicodelia espacial a ritmo de vértigo que hará que le quites el polvo a los primeros trabajos de los míticos Hawkwind. Es innegable de que fuente beben estos tipos, su influencia es directa pero mayor mérito es aún como, a través de ese enjambre entre instrumentos de viento, armónicas, sintetizadores y toda la ambientación que hacen de la música de Ecstatic Vision totalmente demencial, lo calcan como ninguna otra.
Poco más de 35 minutos, rellenan esta enérgica obra maestra, conducidas por 4 piezas de las que dos de ellas, dentro de su larga extensión, se dividen en diferentes actos. “Sonic Praise” se caracterizaba por ser un álbum totalmente experimental, no solo el guiño a la banda de Nik Turner, los norteamericanos daban un giro de tuerca a través de armonías tribales y ferviente amor por la psicodelia de principios de los 70 en un disco totalmente atemporal. Los espejismos no existen para Ecstatic Vision, han logrado volver con la misma grandeza que hicieron hace dos años, pero esta vez bajo un set de canciones mucho más directas. La improvisación queda, en parte, a un lado en su segundo trabajo para pasar directamente a la acción. Realmente estos tipos saben exactamente como inducirte en el mayor de los trances a través de hipnóticas capas. ¿La diferencia para la ocasión? Tal y como indica su título, este “Raw Rock Fury” es puro groove. Creo que es la única palabra capaz de catalogar todo su espectro. ¿Razones? “The Electric Step” por ejemplo, posiblemente una de las canciones más inolvidables que haya escrito esta banda. Pegadiza, su estribillo engancha, sus riffs son astrales, puedes pensar en Hawkwind, pero también en la suciedad de Motörhead o el rock’n’roll de los primeros AC/DC. En un ambiente que permite sentirte más vivo que nunca, Ecstatic Vision dobla en dos partes esta segunda pieza para darte una travesía huracanada por medio del cinturón de asteroides.
“Raw Rock Fury” se maravilla de sí mismo, y es verdad que tantas bandas son las que puedes citar en medio del meneo continuo al que nos someten que tampoco podemos olvidarnos del krautrock espacial de los inmortales Amon Duul II. Tan cruda como apocalíptica, así defino yo el mágico final de 14 minutos con las tres partes en las que se divide “The Twinkling Eye”. Persistentes momentos que van creciendo lentamente dentro del clímax reconocible de Ecstatic Vision, como si “Kick Out The Jams” tuviera una cara oculta con b-sides.
No nos vamos a olvidar de mencionar sus otras dos canciones; “You Got It (or You Don’t)” arranca con fuerza el LP mostrando el gran estado de forma por el que pasan estos tipos y abriéndose a través de un nuevo vórtice que nos conduce hacía otra dimensión. Un galope constante que nos hace meternos en este divino bucle para no parar de bailar. La más corta pero no menos buena es “Keep It Loose”, con ese infeccioso veneno que se esparce en todo el disco llamado groove y haciendo que tanto esta como cada una de las canciones de “Raw Rock Fury”, coronen a estos pedazos de artistas en tiempo récord.
Fundamental en este disco el papel del bajista Michael Field Connor, más destacado aún que en “Sonic Praise” y dando todo un recital que puede tener su techo en ese extraordinario cierre. También es verdad que la voz de Doug Sabolic es un híbrido entre el propio Nik Turner y Dave Wyndorf, pero acaso no lo son también sus funciones. Teclado, sintetizadores, armónicas, pandereta, guitarra, a este hombre hay que echarle de comer a parte, tiene todo lo que debe de tener un frontman y le sobra tiempo para darle clases particulares a los iniciados. El cometido de Jordan Crouse aquí es mucho mayor, ya que su papel es todo un no parar en la batería, no hay descansos para este hombre y a pesar de implorar un ritmo casi de manera robotizada, es el culpable de propulsarnos al espacio universal a través de este pesado navío de las estrellas. Kevin Nickles, es el nuevo fichaje, el músico que se encarga de darle a los instrumentos de viento y dónde se condecora en la cuarta pieza final del disco llenando de éxtasis puro la gran composición que gasta la banda en un final de alucine, a la altura de cómo debe ser para un disco indeleble.
Recuerden que Ecstatic Vision estarán de gira por España durante el mes de Mayo con la inmejorable compañía de Domo. Calella, Alicante, Sevilla, Madrid y San Sebastián son las ciudades elegidas para disfrutar en esa primera quincena de las voladas inducidas a bordo de estos dos grandes proyectos, juntos por primera vez sobre el escenario, en un concierto más que recomendado por esta casa.
“Raw Rock Fury” es la confirmación al puro talento de los músicos de Ecstatic Vision. Un disco sublime en todos los aspectos basando sus principios en la grandeza de la psicodelia más espacial, la misma que nos devuelven con sendas dosis de nostalgia por los gigantes del género. En este logrado intento de una mágica producción que no nos haga diferenciar las décadas que hay desde esas bandas que iniciaron este movimiento, hasta las actuales como ellos, es dónde entra en juego la danza de los norteamericanos. Un baile de píldoras flotando en el interior de este “Raw Rock Fury”, que es incansable de escuchar e imposible de olvidar.
Facebook || Bandcamp || Comprar