Goya – «Obelisk» (2015)
Stoner / Doom Metal
Puedes escuchar infinidad de bandas que siempre se te quedarán muchas en el tintero, mata aún más cuando algunas de ellas son proyectos esperanzadores de futuro, pero todo eso se va por la borda cuando entras en la primera toma de contacto y la sensación sencillamente, no se puede describir con palabras. Yo soy un ejemplo más de haber caído en el encanto más aterrador de una brutalidad musical como es “Obelisk”, segundo larga duración de Goya.
Después de una pequeña demo, un posterior EP y el split marcado a principios de año con Wounded Giant, parece que estos matarifes han dado con la fórmula adecuada para sacar el lado más salvaje del angosto y fangoso camino que se puede encontrar entre los enjambres de Monolord, Sleep, Saint Vitus, Windhand, Electric Wizard o Venus Sleeps, siendo estos últimos los más recientes.
“Obelisk” tiene todo lo que quieras y más, empezando por su atronador arranque llamado “Nothin’ But Dead Stuff” ya sabes que tendrás que sumirte a sus monstruosos riffs, bestiales solos y una atmósfera cargante que se hará omnipresente en todo el disco. Básicamente esta es la pauta a seguir en la próxima hora de duración. “The Devil’s Prey” trae esos aires sabbathianos, más oscuro si puede ser dónde el tétrico mundo de Goya se pierde en el abismo negro universal, su cruzada por las estrellas de la galaxia te llevará a años luz de distancia perdiéndote entre lóbregas melodías, un vaivén cervical propio del mejor de los viajes.
Primer tramo concluido la corta instrumental “The Star” nos sirve para tomar un pequeño respiro porque nuevamente los muchachos de Phoenix vuelven con una paranoia musical que da el nombre al disco. Un bucle repetitivo para la exhibición de la aplastante sección rítmica que poseen los norteamericanos, entre voces espaciales que prosiguen en un eco alucinógeno.
Con un riff inicial que marca el guitarrista Jeff Owens, “The Sun” desata la gran carnicería del disco. Una salvajada llena de distorsión pesada y asonante a ritmo de vértigo. Con “Beyond Good And Evil” vuelven de nuevo las melancolías y demoledoras melodías que traían la primera parte del álbum. Es precisamente en los cortes más largos del disco dónde el power trío plasma su mejor faceta, un espectáculo auditivo que cualquier amante del stoner actual degustará con gran satisfacción.
En todo momento Goya ha planteado un álbum fantástico sabiendo posicionar los cortes en el lugar adecuado, los interludios instrumentales como “The Star”, la maravillosa acústica de “300 Eyes” y “Echo From Space” sirven de pequeños descansos, antesalas para las posteriores descargas, la calma que precede a la tempestad. Durante todo ese tiempo Goya se encuentra en un estado de recarga de batería esperando su momento definitivo, dónde ponen toda la carne en el asador, la épica final llamada “No Place In The Sky”. Arrasador corte con la factura de cualquier titán del género, catorce minutos por los que darle un fiel credo a esta banda en los próximos años, desolados paisajes venidos del más allá, un planeta desterrado por descubrir, una inmensa humareda que te ciega bajo la penumbra asfixiante de sus monolíticos riffs. El día se hace de noche, todo se va amontonando entre masas instrumentales de lo más fangosas hasta su éxtasis definitivo que van dejando los continuos solos de guitarra.
Este segundo regalo del trío de Arizona es un proverbio musical para las masas más dementes, aquellas que aman el sonido pesado, otra revelación más para este 2015. “Obelisk” es un álbum muy a tener en cuenta, sólidas piezas dejan una de las manifestaciones más galácticas del presente curso.
