Snail – «Feral» (2015)
Psychedelic / Stoner / Doom Metal
Lo he dicho cien veces y lo seguiré diciendo, el nuevo disco de Snail era uno de los más esperados por un servidor aquí presente. ¿La razón? El encanto que desprendió su último “Terminus” al que caí totalmente fulminado viendo como unos veteranos de la escena, sin tener una discografía tan poblada de discos, han conseguido magnificarla con unos pocos.
Casi 25 años o lo que es lo mismo, un cuarto de siglo, que se dice pronto y tan solo cuatro discos de estudio pero con todo una filosofía musical en su interior y una maestría que solo puede caracterizar al ahora power trío de Seattle y ahí es dónde hay que indagar más. No parece que la partida de Eric Clausen sea una pérdida notable, cierto es que toda la responsabilidad de las guitarras cae sobre Mark Johnson pero se acopla perfectamente dando un mayor protagonismo como frontman de estos Snail y que mejor que su nuevo “Feral” tenga un buen guardaespaldas detrás que cubra una amplia promoción para colocar a estos tíos dónde se merecen. Small Stone Records lanzó este cuarto disco el pasado 25 de Septiembre.
Hablábamos antes de esos casi 25 años que lleva la banda en activo pero también es cierto que la formación estuvo un tiempo en standby, exactamente 13 años comprendidos entre 1995 y 2008, a partir de aquí entro en escena sus dos últimos trabajos a cada cual mejor; “Blood” y “Terminus” (reseña aquí).
“Building A Haunted House” fue el tema que adelantaron a finales de Julio recordando y sobre todo siguiendo la estela que dejo la psicodelia pesada desprendida en su último “Terminus”. El eco de un Mark Johnson parsimonioso rodeado de una fuerte carga fuzz hace de este universo surrealista el perfecto punto de partida para arrancar con su orgía de riffs. Como buenos veteranos de la escena saben marcarse unos cortes de la vieja escuela como es “Smoke The Deathless” muy funky cabe decir y el constante balanceo que ofrecen entre tiempos medios y tramos más rápidos, o una destacada como es “A Mustard Seed”, mucho más intensa aplicando ese sonido stoner metalero que sobresale por encima de muchas del disco.
Llegados a este punto, Snail sorprende con un titán llamado “Thou Art That”, es la pista más larga de “Feral” con más de diez minutos de duración. Nuevamente el surrealismo de los norteamericanos te hace viajar a otra dimensión, el estado levitativo es esencial en este corte de magia flotante. Lento compás, sombríos pasajes, riffs densos tirando al doom de la época y ese bucle repetitivo que nuevamente atrapa y parezca que hasta lo que suena más simple es su mayor fascinación. Otra de esas piezas que perfectamente encajaría en su anterior trabajo.
Ya puestos en la otra cara del disco, la llegada de piezas como la intensa “Born In Captivity” o “Derail” trae esos arreglos de guitarra de Mark que actúan como martillazos del disco directos al cráneo. Curiosamente es en los temas más largos dónde Snail se revalora y ofrece piezas mucho más completas. “Psilocybe” trae esa atmósfera trippy sobrecargada más propia y característica de la creación de estos genios que te envuelven nuevamente en esa psicodélica espiral. “Come Home” sin embargo, muestra el giro de tuerca definitivo, nada tiene que ver a lo mostrado anteriormente y la intención de los de Seattle nos es otra que cerrar su nuevo “Feral” bajo esa raza blues. Para muchos puede ser prescindible ya que nada tiene que ver con lo mayormente expresado y escuchado en “Feral” pero es cierto que Snail es una banda de recursos y como tal, siempre intenta enseñar todas sus cartas para que sus fans sepan a lo que están jugando.
Una formación completamente al desnudo en su nuevo trabajo ofreciendo un trabajo tan original que en los 90 parecería repetitivo. Los tiempos cambian y como todo, cambian hasta en la música pero muy pocos son los grupos que pueden hacerte traer esa nostalgia, Snail es uno de ellos y como artífices de su legado, “Feral” es otra pieza más a descubrir. Si eres nuevo en su feudo te atrapará, si ya los conoces desde hace años, te darán otra razón más para creer fuertemente en su poderío musical.