Sonidos Del Ayer: Horn Of The Rhino – «Breed The Chosen One» (2007)
Doom Metal / Sludge / Thrash
Una de las mayores bestialidades surgidas dentro de nuestras fronteras no podía pasar desapercibida en una sección nuestra como “Sonidos Del Ayer”, porque parece que fue ayer cuando el demonio engendró este hijo bastardo que llevan más de 10 años imponiendo su lúgubre jerarquía allá por dónde van, ofreciendo directos como si tratará del mayor de los huracanes dispuestos a arrasar con todo y solo dejar un buen puñado de cadáveres tras de sí.
Durante sus seis primeros años de actividad eran conocidos como Rhino pero diferentes problemas legales hicieron a este power trío vasco no entrar en complicaciones y arreglaron un poco su nombre principal quedando definitivamente como Horn Of The Rhino.
Tanto este “Breed The Chosen One” como el posterior “Dead Throne Monarch”, fueron sus dos primeros discos de estudios bajo el primer seudónimo, poco después llegarían “Weight Of Coronation”, “Grengus” (reseña aquí) y su último “Summoning Deliverance” (reseña aquí) que resultó ser una de las losas más monolíticas y salvajes del año pasado en territorio patrio (ver lista aquí). Básicamente esta es la discografía de Horn Of The Rhino quiénes en sus orígenes, se fundó con ex-componentes de otras formaciones vecinales como Left Hand Riders, Positiva o From The Cross, por citar algunas.
“Breed The Chosen One” fue el primero de los ogros en salir de las cavernas putrefactas de su bestial discografía. Nueve himnos que rinden al culto al señor riff, que pueden ir desde lo extremo de Bolt Thrower hasta las voces de Javier Gálvez y sus tantos pasajes recordando a los mejores Soundgarden. El sonido la banda ha ido evolucionando, pero en ningún momento se han alejado de sus patrones y principales influencias. El estilo siempre ha sido él mismo, ni se desmarcan ni se venden ante cualquiera, fuertes como el metal que descargan y buena culpa de eso es el gran bagaje musical que han llevado los tres músicos en su vida musical anterior.
Los vascos no se andan con florituras y desde su inicio marchan rumbo a las puertas del averno con su himno de batalla llamado “Name The Horn Bearer” plagado de bestiales riffs a velocidad de vértigo. Una genial fiesta de bienvenida bajo el método más pagano. “Standing Ram” aparte de ser de las más largas del álbum, la caracterizo por lo que vendría a ser el alma más destructiva de lo que hoy en día, tras cinco discos de estudio, reconocemos como su sello más inconfundible. Lentos, densos, malvados… destructivos, y lo mejor, las limpias voces de Gálvez que empieza a asomar la cabeza. Nadie imaginaría tanto talento años después.
Si hay algo que siempre lleva por bandera Horn Of The Rhino es su legado al señor riff, no fallan y lo clavan como muy pocos. “Loaded With The Thunder” es su primer espectáculo de lo más enfermizo de los tantos que ya han marcado en su carrera. Tiempo para demostrar la valía de estos jefes con “Descenso”, pieza dónde desaparecen las voces y estos rinocerontes te caen encima a pisotones para aplastarte con su fuerza instrumental. Digamos que actúa como la recibidora de “Chosen”, una de las destacadas del disco y de las que siempre se muestran imprescindibles en sus tantos setlist posteriores que traerían sus directos. Esta quinta pieza es la encargada de abrir los próximos 20 minutos más inhumanos que reúne “Breed The Chosen One”. La suma total de sus partes se reúne con las posteriores “Temple” y “Scorn”. En este trinomio es dónde los bilbaínos empiezan a postularse como una banda de recursos, con fuerte énfasis al dinamismo de sus composiciones. Tétricos mundos rociados de asfixiante ambientación y finalizados con la mayor de las matanzas.
El tramo final del álbum no se achanta y sin estar a la altura de las anteriores bien es cierto que la trituradora sigue conectada para seguir festejando tal carnicería. “Exposed To The Rotten Sun” vuelve a confirmar a un verdadero motor V12 a los tambores como es Julen Gil en este despiadado tema que no deja tregua ninguna. Tanto es que esos cuernos salientes del gran rinoceronte, Javier y Sergio, se hacen dueños de sus mástiles para usarlos como martillos.
Ante tanta genialidad la mejor manera de cerrarlo es con un broche y de esos los vascos son únicos a la hora de crear verdaderos viajes sombríos. Tiempo más adelante vendrían piezas de reflexión como “Wendigo”, “Sovereign” o “Brought Back”. Para su debut, la instrospección se llamaría “Goat Behind The Gates”, la confirmación a las voces de un Gálvez pletórico y de unos Horn Of The Rhino que pueden volarte la cabeza a base de una rítmica endemoniada, matarte lentamente a través de ondas sónicas de terror o embriagarte hasta quedar seducido a su brutal nigromancia.
Recursos nunca le faltaron y a día de hoy siguen siendo igual de explosivos. La mala suerte de vivir en un país como España, inoperantes a la hora de promover la cultura, ha sido su lastre pero aún así, han sabido mantener el tipo y ganarse un puesto dentro de la escena tanto nacional como internacional. “Breed The Chosen One” fue la primera oleada que desato esta guerra apocalíptica que esperemos que dure muchos años.
Recordarle a nuestros seguidores que este primer disco de estudio tuvo una reedición durante el año 2013 con una nueva mezcla mejorando mucho más el sonido del redondo. Para hacerte con una copia del mismo, lo puedes hacer a través de su bandcamp (aquí) o desde el mismo sello de la banda, Doomentia Records (aquí).