Sonidos Del Ayer; Motherboar – «The Beast Becomes The Servant» (2011)
(Born On Fire Records)
Rompemos los cánones en esto de cerrar la semana, ampliamente en su mayoría con algún clásico de la vieja guardia, dando más chicha a un disco que a la postre significó el último trabajo hasta ahora, para una banda que se puede catalogar como de las mejores que bebe de la escuela de Mastodon en los últimos años.
“The Beast Becomes The Servant” fue el segundo largo de este quinteto musical de Boston con conocidos miembros de otras formaciones locales, como puede ser el caso de Joe Grotto, bajista de Gozu en la actualidad.
Ocho años han pasado ya desde entonces y aunque la banda no haya anunciado su cese, es cierto que su actividad, a pasos lentos, continúa en forma de diferentes shows, unos pocos, por la zona. La pregunta aquí sería, ¿Cuándo llegará la resurrección de Motherboar?
Realmente reeditamos esta entrada 6 años después, ya que fue en 2013 cuando la publicamos. Hoy le damos un lavado de cara para cerrar la semana con nuestros “Sonidos Del Ayer”, recordando este rodillo del sludge progresivo.
Muy acorde con el sonido de muchas bandas de Georgia como son los mencionados Mastodon, Kylesa o Baroness. Si tus gustos más directos son con estas bandas, con Motherboar vas a llevarte uno de los descubrimientos más grandes en los últimos años.
Realmente la fuerza concentrada en “The Beast Becomes The Servant” nos acerca directamente al mítico “Remission”, alabado sea, como primer lanzamiento de Mastodon. Sludge técnicamente muy sucio, tajante en su firma, de fácil enganche para los ideales del método que quieran revivir viejas glorias.
Lo triste de Motherboar es que, más allá de las fronteras norteamericanas, la resonancia llevada en sus afilados riffs no ha traspasado el charco Atlántico, pero sí que son bastante conocidos dentro de la escena underground del estado Massachusetts.
Con el sludge más carnívoro centrado en su gran fuente de inspiración, es verdad que Motherboar coquetea con otros estilos más metaleros como el thrash o el hardcore. Recalco sobre todo, ese juego de tres canciones en una; “I. Inhale II. Amphibious III. The Beast Becomes The Servant”, dónde ampliamente se recoge todo el espectro sonoro de lo que dan de sí estos Motherboar. Desde su comienzo más soñador entre sus guitarras, llevando ese traqueteo gutural de Kenny Irwin, todo un frontman desatado, pasando por el segundo acto “Amphibious”, mucho más denso y cobrando todo el sentido con esa tercera fase llevado por el nombre del álbum, dónde todo te pasa por encima, escondiendo en su interior el riff más bestia y afilado, digno para poner a prueba tus cervicales.
Más allá de este destacamento, Motherboar guarda muchísimas armas para un disco de ensueño. “Noise On Fire” es uno de los mejores ejemplos para comprobar la gran producción del álbum, “Zombie Vomit”, dentro de esa exploración en el mundo de los no-muertos, es toda una exposición del batería Benny Grotto, hermano del mencionado bajista, con unas marcas de la banda algo más progresivas. “Croctosquatch”, aparte de ser el single del mismo, refleja perfectamente la pegada de la banda, al igual que “Camel Puncher”, con un aroma más clásico pero estrechando sus lazos con el metal más pesado
“The Beast Becomes The Servant” es todo un tesoro de lo más infravalorado en esta última década. Es verdad, no es precisamente un disco que destaque por la profundidad de sus letras, normalmente en este tipo de bandas, el concepto del álbum cobra un valor especial, pero aquí resulta ser el único punto negativo de un álbum que desde años, lleva pidiendo a gritos una continuación. Muy grandes e igualmente añorados, esperamos prontas noticias de Motherboar en forma de nuevo álbum, ya toca.