Sonnöv – «Caballo Perdedor» (2016)
Post Metal / Instrumental
(La Choza De Doe / Nooirax Producciones)
“Caballo Perdedor” se convierte en una nuestra primera entrada nacional del año, y que menos que hacerlo con los grandes triunfadores del Estado en nuestra web, el año de su nacimiento. Su último “Hay Una Luz” nos dejó ceguera permanente ante tal encandilamiento y es que si hay una banda capaz de hacerte entrar en estado de hipersueño, capaz de hacerte volar a otras dimensiones, a mundos celestiales bañados por la luz del sol, esos son Sonnöv, un cuarteto en pleno estado de ebullición que vienen a confirmarlo nuevamente con su nuevo álbum.
Casi cuatro años después, la banda viene a traer lo que llevan cociendo a fuego lento buena parte del 2015 y como dicen que lo bueno se hace esperar, aquí están los madrileños para corroborarlo. El nuevo disco prosigue la estela atrás fumigada por su último larga duración. “Caballo Perdedor” es posible que no sacie tu sed por escuchar más de esta banda pero os aseguro que las cuatro piezas que plasman, dan el suficiente credo para que su eco musical siga extendiéndose allá por dónde van, por todos y cada uno de esos directos que descargan. Nueva sesión que nos ofrecen, lista para una nueva inmersión al profundo océano de secretos que solo ellos saben cómo hacer para liberar nuestra dopamina.
“Sun Up” fue el primer tema en adelantar, a su vez también es la canción más larga hasta la fecha de la banda. Juguetona desde sus comienzos es dónde los músicos abren las puertas de este paraíso musical repleto de dulces armonías que poco a poco te van abduciendo. Notas como los pelos se ponen de punta mientras te introduces en su universo. Capa por capa, el monstruo cada vez va creciendo, momentos de intensa reflexión mientras van pasando los minutos, todo se consume como bien dicen sus letras para llegar a un tramo final dónde levemente Álvaro sube un poco las revoluciones mientras que los tres mástiles de delante van revolucionando poco a poco las turbinas de este carguero espacial listo para despegar.
En realidad hablamos de un primer tema que su intención en ningún momento es la de hacer explosión. Sonnöv en todo momento es consciente de lo que hace y decide jugar bien sus cartas posicionando cada una de las canciones a lo largo de todo el EP para que este “Caballo Perdedor” cobre mayor sentido. Si bien su pista inicial va in crescendo, “Bucéfalo” recoge el testigo de su anterior “Hay Una Luz” (reseña aquí), con ese post metal con cierta aroma progresivo dónde los instrumentistas va codeándose entre la inmensa arboleda para escapar de ese gran enjambre. Esta segunda pieza la marca sobre todo el bajista Enrique Mingo quién lleva ese interruptor que marca la salida de los riffs más incisivos del redondo por parte de Rubén Farrona y Roberto Tena. Desde mi punto de vista, la gran destacada del álbum, bastante completa en todas sus facetas en dónde los músicos ofrecen sus múltiples estados de ánimo en 6 minutos.
Evidentemente a todo hay que añadirle la temática que suelen tener de costumbre Sonnöv, ellos nunca cantan pero es cierto que no dejan de faltar voces que disfrutar en sus trabajos. En este caso podemos escuchar de trasfondo, desde los versos de “Soy Un Bosque” hasta fragmentos de la cinta de Sidney Lumet, “Network” y aquel discurso que nos dejó para el recuerdo Peter Finch advirtiéndonos sobre el poder de la televisión.
“Blue Note” deja un tramo intermedio de duración más corta pero sin dejar de lado esos pasajes emocionales que siempre despiertan las canciones de Sonnöv. El final de esta travesía instrumental llega con “Siete Leguas” una mágica epopeya de clausura dónde la belleza de sus composiciones se eleva al cubo. Durante sus casi 9 minutos entregan un piélago de divinidades musicales convirtiendo este emotivo viaje en un vaivén de decibelios. Subiendo y bajando, intromisión de instrumentos de viento y un elenco de delicias dónde columpiarse en una despedida digna de la banda que son.
En una versión más disminuida en su duración, lo nuevo de Sonnöv deja 30 minutos de reflexión, de alucinaciones, de visiones paralelas a un mundo imaginario, impregnado por las dulces armonías que deja una banda del calibre que son. Recogiendo el testigo de su último larga duración, en esta ocasión nos traen un gran “Caballo Perdedor” por el que apostarlo todo. Infravalorados como tantos, pero magníficos como muy pocos. Bienvenidos de nuevo!