The Grazing Saints – «Selene» (2015)
Psychedelic / Blues Rock
Una sorpresa mayúscula me he llevado al escuchar la música de esta joven banda de Norwich (Reino Unido), una forma tan natural de expresar sus sentimientos a través de la música, simpleza y talento juntos en un armónico e intimista debut, este se llama “Selene” y viene a cargo de The Grazing Saints, banda que con breve tiempo en acción, desde 2012, están creando una prolífica carrera a costa de finos acordes, plástica ilimitada y creatividad compositiva que demuestran en cada segundo de este maravilloso disco.
“Selene” contiene 10 temas, obra marcada por un suave rock con detalles creativos muy adictivos, a destacar temas como “Lets Get Away From These Flatlands” o “Ghost Story” que abren en conjunto el disco, emotividad al máximo de las capacidades y llevándonos con extrema sutileza hacia íntimos sueños y deliciosos paisajes.
Aires zeppelianos y evocaciones al rock setentero se pueden encontrar en muchos pasajes de este exquisito manjar sónico, como si quisieran que bajes revoluciones y puedas, por medio de su atmosfera, alcanzar tus palpitaciones y respiración.
Puedes encontrar algunas sorpresas como ese country punk de “Honey I Dig You (And I Hope You Remain To Be Fruitful), con aceleramiento del pulso y acercamientos al sonido de los seminales Pixies.
Rock sin pretensiones, sólo sonando para llegar lo más cerca posible de tu intimidad, tomando riesgos sin temor a nada dando a luz una pequeña joya, con temas como “Living Without A Head” con capacidad de remecer la fibra más sensible que llevas dentro. Uno de mis favoritos es “Somethings Never Change”, con un ritmo pop rock y alma garagera, fuerte en el fondo y suave en la forma, espontáneo y enraizado con esa cultura del rock británico cargada de clase.
Mejor tema: “Ghost Story”, sin dudas eligieron bien el tema al cual le dedicaron, con bajo presupuesto en consecuencia con su música, un video que hoy podemos ver.
Tanta riqueza musical no podía ser registrada de mejor forma que en vivo, dos días de grabaciones en directo y el resultado fue “Selene”, magistralmente simple, bajo, guitarra, percusiones y voz, todo en fina sintonía, junto a la búsqueda interna de la redención y traspasar las fronteras que nos impone el universo, el deseo de expiar todos los pecados. Música de seres humanos, no robots.
