We Are Impala – «Synesthesia» (2015)
Post Metal / Instrumental
Synesthesia: dícese de la asimilación conjunta o interferencia de varios tipos de sensaciones de diferentes sentidos en un mismo acto.
Valga esta definición para entender lo que nos ofrecen estos chicos que provienen de tierras catalanas. El arte de conjugar sensaciones y sentidos a través de su música y las imágenes que ellos proyectan en nuestra mente. Música que se puede ver y sentir, oler, palpar y degustar con los cinco sentidos. Música que transforma nuestros pensamientos y emociones en colores de mil tonalidades.
La banda se formó en 2012, al menos parcialmente, pero no fue hasta hace un año que se consolido con los miembros actuales, a saber: Xevi Strings ( guitarra), Mauro Pinto ( bajo), Albert Guanyabens ( teclas) y Ander Soto ( batería). Ellos practican un dream rock instrumental como indica su compañía, pero no solo es rock evocador de pasajes etéreos y atmosféricos. Esto es rock instrumental del bueno, estos son teclados que sin sobrecargar la atmósfera te elevan por mil montañas, esto es una guitarra que puntea con tal limpieza que no puede sino evocar historias y emociones, que no sabes si te llevan o te traen de vuelta, es un bajo con peso propio y una batería que acompaña a la perfección.
La grabación de este álbum se hizo en Hybrid Recordings y de la mezcla se encargaron Jorge Mur y los propios We Are Impala. El disco arranca con “Tentakloj”, un tema que rompe el tiempo, parece como si lo midiera y lo cortara en pedazos a medio ritmo, se desplaza inexorable paseando por terrenos helados con algún pasaje evocador a días mejores. Continua con el que ha sido primer single extraído del álbum, “Forgesis”. Campanas de metal nos dan la bienvenida y te dejan caer a paso lento por las áridas mesetas que dibujan los teclados, hasta casi detenerse y volvernos a elevar con aires renovados a través de una guitarra que puntea un pasaje hasta casi el final, donde emprende su regreso a la cadencia del inicio. “Delaylama” con sus teclados atmosféricos nos introducen en una melodía compuesta para alimentar imágenes que solo nosotros conocemos, aquí nos rompen por la mitad con la carga emotiva que conlleva, ensoñación pura. El segundo single del álbum nos llega en forma de “Abstrakta”, esta melodía está hecha para perdurar en tu cabeza mucho tiempo. Recordar el gran trabajo a estas alturas de las líneas de bajo dominándolo todo y esos platillos que brotan cristalinos. A la tercera acometida “Abstrakta” se descompone en furia y vuelven a surgir las agrestes cordilleras heladas (solo de Xevi desgarrador).
Me vais a permitir que los dos temas restantes “Kasdan” y “Heleco”, no me detenga más que lo imprescindible, no por falta de tiempo o ganas, sino para dejaros algo a la imaginación ya que el primero con (8’18) y el segundo (8’53), dan para esta reseña y dos mas. “Kasdan” es un in crescendo enorme que se violenta hacia la mitad y sublime de ahí al final. “Heleco” empieza relajado, rock de ensueño en su máxima expresión, con la guitarra de Xevi introduciéndonos lentamente en el ocaso final, majestuoso.
Conclusiones, un trabajo de altura con un diseño gráfico para retener en nuestra memoria por mucho tiempo. Concebido como un todo homogéneo y bien desarrollado. Basado en la idea de que no todos nosotros percibimos las cosas de igual manera, a veces las notas son colores que vemos y una imagen con sabor especial.