Bright Curse – «Time Of The Healer» (2019)
Heavy Rock / Blues / Progressive
Sería a finales de Marzo cuando se haría oficial la vuelta de una banda como Bright Curse, formación con componentes repartidos entre Francia y Reino Unido que anunció el cese de sus funciones en el año 2017, justo un año después de haber disfrutado de uno de los mejores arranques vividos en los últimos años, “Before The Shore” (reseña aquí).
Ripple Music sería el primero en echarle el guante a su esperado regreso, del que se encuentra disponible desde el pasado 10 de Mayo y en el que se puede contemplar, lo renovado en sus funciones que se han vuelto. Un derroche de estilismo, en mi opinión, mayor y mejor que en su álbum debut y muchas sorpresas que empezamos a destripar desde ya.
Realmente hay un cambio en estos remodelados Bright Curse respecto a su predecesor álbum. “Time Of The Healer”, hasta en 3 ocasiones supera los 10 minutos de sus canciones. Un ejemplo perfecto para ver la ambición de los franco-británicos a la hora de aventurarse en estructuras más largas, sobre todo por los derroteros del progresivo. Las pistas cortas tampoco dejan de dar sorpresas, de hecho, los diversos recursos de Romain Daut, tanto a la guitarra como a las voces, se le suma también en las colaboraciones que registra el álbum como es el caso de esa exótica “Laura”, un cálido blues en crecimiento, con la invitación de Dylan Jones dando ese toque exuberante a la trompeta.
La banda aprovecha ese tramo medio de “Time Of The Healer” para dar ese calor temperamental, plácido, de una atmosfera relajante cuál remanso de paz. Si “Laura” emanaba ese blues tan pesado como oscuro, su sucesora “Une Vireé” conecta de sensual ambiente con uno de los puntos mayúsculos de Bright Curse, “Shadows”, llamada a ser una de las grandes gestas de su corta pero prometedora discografía. Este cuarto acto cobra mucho sentido si la unimos con su predecesora. Juntas forman uno de los grandes clímax del álbum en sus casi 14 minutos. Una fina marca de blues rock muy exquisito, evidenciando de esta manera la evolución de la banda en esa base constructora de capas instrumentales. Todo esto se manifiesta con diferentes arreglos a la guitarra y diversas contribuciones, yendo gradualmente en su crecimiento hacía páramos más complejos pero de una factura para quitarse el sombrero.
Las ondulaciones por las que navega Bright Curse se hacen patentes en los temas “Smoke Of The Past” o la misma pista que da nombre al álbum. Dentro del siempre omnipresente buen riff como coraza de gran musculatura, estos jóvenes músicos rellenan de muchos matices un espectro sonoro con un claro canto a la madurez de cada uno de sus componentes. El caso de “Time Of The Healer”, vuelven a contribuir los instrumentos de viento, atmósferas como interludios algo tribales, orientándose sobre todo al mensaje en claro contenido en su videoclip (ver más abajo) y sacando a la luz sus muchos recursos. “Smoke Of The Past” por el contrario, es más pesada, en cierta manera recuerda algo a “Before The Shore”, pero también plasma sus guiños jazzísticos como enésima sorpresa de un álbum realmente fabuloso. La apertura del álbum es un gran constructor de proporcionado tempos en ese peculiar in crescendo suyo, entre texturas progresivas que van desde el jazz disimulado hasta el rock pesado.
“Time Of The Healer” es uno de esos redondos dónde los tiempos se miden con una precisión prácticamente quirúrgica, y es que de cirugía es el trabajo hecho por Bright Curse en su esperado regreso. Fino, muy elaborado y con una elegancia mayúscula, desde sus contribuciones hasta sus muchas ondulaciones, esto es un verdadero manjar para los oídos, el regreso de una banda que prometía en aquel debut y ahora se confirma poderosamente con su nueva entrega, abriéndose paso entre los más grandes de su estirpe.
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