Ecos De Sabbath; Blues Creation – «Demon & Eleven Children» (1971)
Cerramos este viernes desde el núcleo de “La Habitación 235” y todo lo que a ella concierne con otra entrega de “Ecos De Sabbath”. Son muchos los que han venido a preguntarme porque se la ha puesto este título para esta sección. La razón es bien sencilla, las influencias que recorre el espectro de Black Sabbath, toda su discografía y mayormente sus primeras obras, darían para que este apartado tuviera su protagonismo cada día. Soy consciente que en medio de un mundo influyente como el páramo setentero, lleno de muchas referencias que hoy en día son pináculos de muchos artistas, considero a una formación como las eternas huestes de Birmingham, la que mira un poco por encima al resto, básicamente porque sus ideales siempre se movieron hacía un ámbito que nosotros tratamos a diario, el rock más pesado, los riffs omnipresentes y las tétricas atmosferas.
Resuelto este primer apartado, del que estoy seguro que seguirán llevando opiniones dispares, bienvenidas sean, centrémonos en esta tarde-noche de viernes, fijemos la mirada a las tierras del sol naciente. Allí, a principios de los 70, el mando del sonido pesado y los mejores riffs, vivían bajo la jerarquía de dos bandas; Flower Travellin’ Band, al que en su día hablamos del antológico “Satori” (reseña aquí) y estos Blues Creation, perpetrando en las extensas repisas de “La Habitación 235” con su obra “Demon & Eleven Children”, el segundo tomo de esta formación de Tokyo.
Dos cosas a tener en cuenta, cuento como su primera entrega aquel debut homónimo que contiene covers de Chester Burnett, Sonny Boy Williamson, Willie Dixon… manifestando las muchas raíces blues de los japoneses con estos monstruos del género propagados al otro lado del Pacífico. La segunda en cuestión es que Blues Creation, o Creation como le conocen otros tantos, era una banda en continuo estado de cambios en su alineación. Es cierto, las ideas siempre partían desde las visiones de Kazuo Takeda, su líder cuando fundó la banda el mismo año de su auto-titulado álbum (1969), y posteriormente con más de una veintena de discos en solitario, pero nunca alcanzarían el cielo, ni lo tocarían de la manera en lo que presentaron en el año 1971, “Demon & Eleven Children”.
Este álbum es uno de los discos más apropiados para entrar en tan señalada sección. Las bases instrumentales y posteriores guiños a Black Sabbath, son evidentes en muchos aspectos. Si me dijeran de hacer una lista con las bandas dónde la influencia y el respecto por Black Sabbath están a la orden del día, dentro de ella y probablemente en los primeros puestos, estaría Blues Creation.
Muy aferrados a sus orígenes desde el mismo artwork del álbum, con unos rasgos en sus ilustraciones muy orientales, “Demon & Eleven Children” tiene un contenido inconmensurable, con una parte inicial bastante explosiva. Si “Mississippi Mountain Blues”, puede traer los recuerdos a una de sus primeras giras con los venerados Mountain, también es un corte con mucho sabor americano, rindiendo homenaje al fervor blues de sus componentes. Para mí, suena a Canned Heat en estado puro. “Atomic Bombs Away”, es Sabbath sin más dilación, desde sus solos en la guitarra, los pesados riffs, las voces… Todo encaja para rendir pleitesía a las huestes británicas. Más de lo mismo con la potente y a su vez juguetona, “Just I Was Born”, proto metal de alto octanaje para llevarte al sueño registrado en el homónimo álbum de Captain Beyond, bien mezclados con el vértigo de Sir Lord Baltimore.
Evidentemente no todo es una furia desmedida con puro músculo concentrado en sus composiciones, cortes como la poética “One Summer Day”, dan momentos para la reflexión. Sin embargo otros como “Sorrow”, tiran de la épica de Blues Creation. El final del álbum aguarda sensaciones fuertes; desde ese interludio afectado, poseído e influenciado por el virtuosismo de la inolvidable zurda de Seattle, hasta la psicodelia reverberante en ese éxtasis de pedaleos contenidos en “Sooner Or Later”. La graduación de los japoneses viene con esa epopeya de casi 10 minutos con el mismo título del álbum. Todo un universo progresivo, de diversos cambios de ritmo, diferentes fases en su duración y un santuario digno del legado de maestro Tony Iommi.
“Demon & Eleven Children” es un disco que perfectamente puede encajar en cualquiera de las bandas heavy psych de la actualidad. No hay puentes que se comuniquen entre unos tiempos y otros, por décadas de separación encontradas en el camino. La magia más perversa de los japoneses Blues Creation, consiguieron en la gran cosecha de 1971 uno de los rugidos más espectaculares al proto metal de aquellos tiempos, desde el otro lado del planeta. Totalmente recomendado y orientado para los eruditos degustadores de los orígenes de este vasto estilo musical en sus muchas ramificaciones posteriores.