Saint Vitus – «S/T» (2019)
Doom Metal
Pasaron 7 años desde el último álbum, “Lillie: F-65”, con Scott Weinrich en las voces, 24 años desde “Die Healing”, último con Scott Reagers, y 40 años desde la formación de los seminales Saint Vitus, todo lo anterior hacía pensar que un nuevo álbum con el vocalista original sería todo un acontecimiento. Este nuevo álbum sería el primero sin Mark Adams, bajista formador del cuarteto de Los Angeles, quién por motivos de salud dejó las 4 cuerdas a Pat Bruders (Goatwhore, Down, Crowbar). Todos estos le daban un condimento especial al registro del noveno álbum de estudio de una de las bandas que dio forma y sonido al doom actual.
Con todo lo anterior sólo quedaba sobarse las manos y esperar ansiosamente un álbum para traer de regreso el sonido más primitivo y característicos de Saint Vitus. Una portada simple con la sola V en portada y de título homónimo ya hacía pensar que acá la banda de Dave Chandler sólo pretendía ir a buscar la crudeza de los primeros años, aquellos donde se cruzan los sonidos oscuros y lentos de Black Sabbath, con el salvajismo de Black Flag, años donde mezclaron, a mismas dosis, punk y doom metal.
Tanta espera se dilucida con las primeras notas de “Remains”, basta un par de minutos para darse cuenta que Saint Vitus está más vivo que nunca, sin perder nada de su sonido característico. Las guitarras de Chandler siguen con la misma identidad de antaño y en la voz de Scott Reagers parece no haber pasado los más de 20 años desde su último registro oficial.
Grabado en los estudios HeavyHead Recording Co. (US) por el connotado Tony Reed, el álbum captura la esencia del sonido Saint Vitus sin artilugios ni toques contemporáneos, esto es Vitus y eso es suficiente para caer a sus pies.
El homónimo tiene momentos altísimos, como en “Bloodshed”, un violento corte en donde la motosierra en llamas de Chandler, se agita por el aire y un Scott Reagers rejuvenecido cantando a tope un himno de los nuevos tiempos de Saint Vitus, volumen máximo a este corte y pegado a este “12 Years In The Tomb”, más propio de salir de “Hallow´s Victim”, altos momentos y el álbum apenas pisa la mitad de su duración.
La cara B del vinilo nos propone sonido doom más homogéneo, marcado por los tiempos medios y el furioso canto de Reagers, que valga la insistencia, no parece haber dejado nunca la banda. Se suceden “Wormhole” y “Hour Glass”, lodosos ritmos llenos de gloriosos riffs y ese sonido tan particular que emana de la guitarra de Chandler, para el final “Last Breath”, muy en línea al sonido “Die Healing”, predominando esa lentitud opresiva que podría durar un año sosteniendo ese colosal peso y una alta carga dramática. Oscuro como la portada del álbum, tonos grises y amenazantes desatados con furia en “Useless”. Aquí llueve sobremojado, si uno ya venía dando tumbos con los ritmos anestesiantes de la última parte del álbum, Saint Vitus, fiel a sus malos hábitos, te rompe el culo a patadas con este violento cierre punk del más podrido que les puedes escuchar.
“Saint Vitus está de regreso y en la mejor forma, un álbum extraordinario donde vas a encontrar todo lo que esperas escuchar del cuarteto de Los Ángeles, doom crudo y directo formado por el murallón salvaje de Henry Vasquez y Pat Bruders, la densa y estridente guitarra de Dave Chandler y la grandilocuencia vocal de un inmenso Scott Reagers. Ni lo hemos mencionado, pero aunque nos acusen de herejes, hacen olvidar que por aquí anduvo un gigante de apodo Wino, un álbum magistral de doom tradicional y pendenciero. Clásico instantáneo, el tiempo nos dará la razón”
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