Free Ride y la suave brisa del desierto
En un corto espacio de tiempo y bajo los medios mínimamente posibles, nacen, crecen y se reproducen con la suave brisa del desierto como gran inspiración, estos jóvenes músicos provenientes de la estepa árida de Guadalajara llamados Free Ride.
Tras haber lanzado su demo original a principios del pasado 2018, su estudio casero poco a poco comenzó a florecer en armonías desérticas en las que poco a poco, la fabricación de pistas nuevas se iban sucediendo una tras otra. Hoy en día, pueden gritar bien alto que su homónimo debut, está hecho con pura entrega y mayor corazón bajo los medios más escasos.
Free Ride puede tener su respuesta para los admiradores más cercanos del stoner desértico que tantas historias nos ha traído a esta casa. También son los mismos para dar el mayor de los ejemplos en ese concepto de que aveces el dinero cuenta poco si hay entrega y constancia en esto y sino, la corta historia de estos músicos pueden atestiguar nuestras palabras.
Escuchar Free Ride, es posicionarte directamente en el centro del desierto mientras dioses como The Machine, Colour Haze, Kyuss, Fu Manchu, Nebula o The Atomic Bitchwax son los observadores a tan distorsionado espectáculo. Esa candente ventisca del páramo arenoso, es el espíritu que guía a los hermanos Carlos y Víctor Bedmar y a su guitarra Borja. A partir de aquí, todo el abanico de influencias de estos tres tipos, libera su fuerza en todo un ritual al desert rock, pero sobre todo a la vertiente más alternativa del submundo de los 90.
Un homónimo álbum bastante completo, sugerente, y también estimulante, con multitud de razones para creer en un nacimiento atemporal, alejado de sus orígenes en tiempo, pero tan cercano al mismo en sus principios. Free Ride se divierten abriendo su alma al oyente con el exótico toque de “Die Forever”, pedaleos con buena carga de fuzz dónde serpentean a través de secciones más paradisíacas o momentos más pesados. El amor por las bandas pioneras californianas se descubre en canciones como “Rollin The Wheel” o “Nowhere”. “Caravan” es un icono a la carretera de los 70, al espíritu de la libertad, y a las mejores y más tórridas melodías psicodélicas. Más brotes crecen con pistas como “Crazy Woman”, un nuevo giro de tuerca en las muchas influencias de Free RIde, esta vez posicionándonos en la órbita del mejor blues y destacando sobre todo esa habilidad de moverse en las canciones más largas. Curiosamente en esto, pistas como la inicial “Sativa” o ese cierre llamado “Opium”, nos entregan los momentos más psicotrópicos con especias de necesaria degustación para introducirte en el viaje de Free Ride. Si la primera coquetea con una base stoner pura y sin concesiones, mostrando la fuerza bruta de los de Guadalajara y esa devoción en muchos aspectos a muchas bandas centro-europeas que han instalado los principales fundamentos del desert rock más místico y espiritual, es con su cierre, dónde se desmarcan de todo lo cosechado hasta ahora, que no es poco oiga, añadiendo muchísimo ácido en esta espectacular jam session como colofón final.
Sino es la sorpresa en su género para este 2019 dentro de nuestras fronteras, poco le falta. El homónimo álbum de Free Ride no deja lugar a dudas sobre la inspiración de estos músicos. Voces desde el cielo californiano, tienen su eco en el centro de este país, en los dominios del cultivo de secano, dónde la vocación de estos 3 artistas se hace cristalina como para ver reflejado sus principios perpetrados en sus almas. Déjate seducir por su universo reverberante y sentir ese grado de excitación como las grandes bandas del género lo hicieron en su tiempo. He aquí, unos atrevidos de la nueva especie, que nada tienen que envidiarles.