“Amygdala”; La regeneración de Burning Gloom
No se que habrán desayunado estos italianos el día propuesto para grabar su nuevo álbum, segundo en su historia dentro de este proyecto stoner/doom de ensueño y primer bajo el nombre de Burning Gloom, pero desde luego, algo de testosterona llevaría entre sus ingredientes.
Lo que en su día se llamó My Home On Trees, facturando un debut bastante apetecible para el género actual como fue “How I Reached Home” (reseña aquí) y la distribución de Heavy Psych Sounds tras de sí, en este 2019 cambia de nombre de proyecto y así mismo de discográfica.
“Amygdala” es el despertar de Burning Gloom, lo que en un principio se presentaría como una de las bandas más eminentes de una escena italiana que a gritos se abre paso entre el contingente del sonido pesado en el viejo continente, tiene su respuesta inmediata a lo que atemorizaban tus peores pesadillas.
La bestia de Burning Gloom abre sus ojos, se libera de sus cadenas y se escapa de esas cavernas dónde permanecía en cautiverio para salir en busca de carne humana. “Amygdala” es pura hostilidad, capitaneada por las voces destructivas de Laura Mancini, muchísimo más liberada de sus funciones en esta ocasión, haciendo alarde de un juego de voces que rellenan ampliamente el espectro sonoro de una banda, con una evolución mayoritaria en esta ocasión dentro de sus composiciones.
Más largo, menos directo, más experimental por momentos que su debut, “Amygdala” es el progreso de Burning Gloom con la firme idea de tocar en puertas más grandes. El nuevo y segundo asalto de los músicos de Milán se puede palpar en su progresión de acordes, en unas estructuras más ambiciosas, de una mayor progresión, solventándose en recovecos desde lo más complejos, hasta los más psicodélicos y siempre, y digo siempre, con ese martillo golpeando fuertemente tu cabeza.
“Amygdala” es la locura de Burning Gloom, la fuerza stoner que rezuma ampliamente entre gritos y clímax explosivos. Recalco nuevamente la labor de Mancini. Las dos partes que abren el álbum con “The Tower”, son sendos ejemplos, páramos siniestros, propulsados por la restricción de su implacable percusión. “Eremite” es la contundencia de Burning Gloom, la presentación en grandes proporciones a diversos estados de ánimo, dónde la banda se siente mejor que nunca. Mucho más madurados en esta ocasión, las texturas más novedosas de la banda, aquí presumen de una mayor fortaleza.
El final de “Amygdala” nos lleva hacía un territorio sludge bastante provocador por parte de los italianos, atractivo quizás sea la palabra mejor posicionada para describirla, amenazante en esa “Beyond The Wall”, de lenta progresión pero mayor embestida y conjuntada en sus ideas con un cierre como esa declaración de intenciones que lleva por título “Obsessive – Compulsive Disorder”, un caos sonoro delicioso para nuestros oídos; fuerza, belleza y brutalidad, son sus mejores adjetivos. “Nightmares” es mucho más desértica, recuerda mucho a las partes finales de “How I Reached Home” pero sobre todo, muestran de manera cristalina lo que un día fue esta banda y en lo que se han convertido, con una invitada especial en las voces como es Mona (High Fighter). Un asedio por avalancha de increíbles riffs, destacándola como uno de los puntos culminantes de “Amygdala”. Y ya que hablamos de culminaciones, las prestaciones de álbum crecen por culpa de pistas como “Warden”, semi-progresiva en este caso, enfoca puramente la atmosfera más sombría que traen de regreso a estos regenerados Burning Gloom. Más cúspides a disfrutar en este caso sería “Modern Prometheus”, la vertiente épica de una banda que ahora sí, destapa con toda su fuerza, lo que hace años se veía en pequeños rasgos.
Un despertar, una regeneración, pero por encima de todo, una explosión para estos renovados Burning Gloom. A destacar toda esa colección de melodías vocales, abriéndose paso entre el imaginario y destructivo mundo que los de Milán presentan en este segundo volumen con una aturdidora embestida para no dejar títere con cabeza. Burning Gloom ha iniciado su ascenso, la banda va de menos a más y es en este crecimiento es dónde despierta su ambición más hostil. El repertorio de proporciones catastróficas presentadas en “Amygdala”, lo hacen de uno de los discos más estimulantes y de muchísima adrenalina para este primer semestre.