La redención de Waingro ya está aquí; presentamos «III»
Dos discos de enorme estimulación, de grandes tempestades, con ciertas dosis de brutalidad en algunos aspectos, llevando como sello un género inconfundible en el estilo, siempre mejor enfocando en este aspecto desde tierras norteamericanas. Ambas entradas acamparán nuestra programación en el día de hoy en “La Habitación 235”. El primero de ellos en caer, será para la tercera irrupción de los norteamericanos Waingro con este nuevo “III”.
Son muchos los que consideran que disfrutar de un directo de Waingro hoy en día, es una de esas sensaciones que están al alcance de muy pocos. Un éxtasis lleno de intensidad y rugosidad, llevando un infierno de géneros en su cabalgada instrumental para estos músicos de Vancouver, que el pasado viernes lanzaron vía Sludgelord Records, está tercera embestida suya.
El trinomio de géneros pesados basados en el stoner/sludge/doom, suelen tener su fórmula mágica al mezclarlos. 
Se han visto innumerables ejemplos en esta casa que tantas veces hemos disfrutado, pone a prueba la imaginación de una banda en las composiciones y aumenta la versatilidad de sus componentes. Desde este enfoque, Waingro ya advertía a las masas con algunos adelantos de su nuevo “III”, un álbum que perfectamente recoge la esencia de los canadienses en esas 12 canciones que te pasan por encima, sin contemplación alguna.
En este caso, y seguramente lo comprobarán de igual manera en la siguiente reseña, la provechosa escena de Georgia y el legado procreado en bandas como Mastodon, Baroness o Kylesa, sobre vuela nuestros pensamientos cuando escuchamos este tipo de bandas, viéndolo como su gran fuente de inspiración. Todo esto funciona a la perfección en “III”, más propio al paso de una locomotora con extrema carga de riffs adictivos, de girar en muchos casos hacía las depresiones atmosféricas, o llevar ese halo de oscuridad cuando la situación lo requiere.
La estimulación es un grado “III”, un complemento bastante importante en una banda que en ningún momento baja la guardia. Rodeados en ese ambiente relleno de rugidos encantadores, de atmosferas ensordecedoras, de temas puramente huracanados, definidos en forma de los mejores ganchos y llevando esa variedad significativa con un buen puñado de emociones en su interior. Todo esto y mucho más, se obtiene con la primera escucha de “III”, artillería de alto octanaje como el implacable de este verano.
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