Sonidos Del Ayer; Electric Wizard – «Witchcult Today» (2007)

Stoner / Doom Metal

(Rise Above Records)

En un plato previsto para la noche de Halloween y que por motivos vacacionales no se pudo servir en bandeja para nuestros seguidores, “Witchcult Today”, el sexto asedio de Electric Wizard, es el elegido para cerrar la semana en una nueva entrada a nuestros “Sonidos Del Ayer”.

Para un disco ya con 12 años a la espalda, y desde mi punto de vista, el que cierra esa trilogía esencial de la banda junto con los excepcionales “Dopethrone” (reseña aquí) y “Come My Fanatics” (reseña aquí), el denso riff de Jus Oborn y los suyos, volverían a entregar otra de las heroicas para los siempre distinguidos, mencionados muchas veces por nosotros y unas grandes fuentes de inspiración del sonido actual, como son estas moles de Dorset.

“Witchcult Today” es un trabajo de muchas vueltas, al no sonar con un descarga tan masiva como cualquiera de sus anteriores entregas, digamos que sería uno de los puntos de inflexión en la discografía de los británicos con permiso de su último LP, “Wizard Bloody Wizard” (reseña aquí).

Nuevamente los escritos de terror, los relatos de Lovecraft y la fijación por muchas películas de terror de serie B, serían la mejor de las puestas en escena para esta aventura de Electric Wizard. El álbum fue gestado en los Toe Rag Studios con todo el material vintage para crear esa atmosfera asfixiante y más pesada de los 70. También sería el redondo que despediría como la última de sus contribuciones al bajista Rob Al-Issa y sino me fallan las cuentas, el primero de Shaun Rutter, como nuevo batería de Electric Wizard.

El lanzamiento de “Witchcult Today” llegaría a las masas como la continuación más próxima a “Dopethrone”, que ya de por sí es algo prácticamente impensable acercarse si quiera a esta gema del stoner/doom, pero es verdad que este sexto volumen si reflejaría esas evocaciones de los británicos que van más allá de su nauseabundo riff y su firmamento más moribundo. “Witchcult Today” transporta al ferviente seguidor de la banda esas extrañas imágenes que siempre sobrevuelan el subconsciente del oyente en sus diversas alteraciones mentales. “We Live” tenía opiniones dispares, Electric Wizard lo sabía y su respuesta 3 años después fue tajante.

Tal y como definíamos anteriormente, la discografía de Electric Wizard por muy pesada que parezca, está llena de transiciones, diversas búsquedas que en cualquiera de sus discípulos siempre veneran por la vuelta de una segunda parte de “Dopethrone”. Evidentemente, las obras maestras son irrepetibles, si se pudieran calcar, ya no serían obras maestras. En este caso, “Witchcult Today”, goza de una ambientación bastante retro, con las diferentes distinciones y gustos más acérrimos de la banda por la estampa setentera, los riffs más crujientes y ese ácido concentrado de su humeante stoner/doom. Todo esto es tan importante como esa creación característica de la banda, en llevar ese estado de ánimo depresivo en sus composiciones, el mismo que supone nuestro posterior trance en cualquiera de sus escuchas y glorificar la existencia de estos tipos por cañonazos como “Satanic Rites Of Drugula”, “Saturnine” o la misma “Witchcult Today”, alargándose en esas largas estructuras en bucle, encerrados en ese oscuro monasterio de fuerzas ocultas en la noche transilvánica.

Los altavoces escupen la mejor mierda pesada que pocas veces podrás escuchar de igual manera y a su vez entrando en detalles de producción, el cuidado de la misma para lograr el objetivo soñado de cualquier banda para conseguir ese riff que les de la eternidad. En un disco que cobra vida propia, el ritual oculto del 2007 llevaba en su nombre “Witchcult Today”, un trabajo a golpe de bong, con los Electric Wizard más recordados hasta la fecha en la que yo considero su última gran actuación. Hasta aquí, la banda conformaba esa estructura pesada, infranqueable, con una gravedad que te parte en dos por esa marca más características de riff aplastante para que la crítica rápidamente le pusiera la etiqueta de “banda más pesada del universo”. La pegada venenosa de sus composiciones, siempre orquestada por ese heavy blues, se unen a las resonancias más primitivas para un imprescindible al sonido pesado del nuevo milenio.