Clásicos Del Grunge; “Superunknown”, el último gran disco de su especie…
Grunge / Alternative Rock
(A&M Records)
Tal y como anunciábamos en nuestro facebook a última hora de ayer, este 24 de Enero se iniciará uno de los mejores cabalgadas jamás hechas en esta casa por un servidor. Es cierto que en los tiempos más primitivos de la web, más allá de nuestras humildes críticas a ciertas cintas del celuloide, tenía algo de tiempo extra para hacer diferentes especiales sobre la historia del rock en sus inicios; Hendrix, Sabbath y diversos pilares como principales fundamentos del mismo, pero también es verdad que todo ello, tuvo el mejor de sus espejos al que mirarse en la decadente, alternativa y provechosa década de los 90, como su momento de mayor expansión.
El denominado movimiento grunge, abarcó un gran número de bandas, para muchos algunas desconocidas en el día de hoy, para otros endiosadas como las leyes del género marcan y sus mejores testamentos han servido como nuestra mejor banda sonora diaria, o simplemente un disco que realmente nos inspire, nos purgue, o nos haga desconectar en los momentos más necesarios.
En este caso, el grunge es la mágica fórmula del rock más alternativo. En su mayor medida concentrando bajo el alcantarillado de Seattle y esos suburbios de finales de los 80 dónde acogían a los principales pilares del este género en cuestión, dentro de tugurios de mala muerte.
Esta temporal y autodenominada sección, se alargará por buena parte del 2020 y viendo el gran número de discos al que podemos hablar de ellos, podemos sacarle las mejores galas a este bloque alternándolo al mismo cada viernes con nuestros “Ecos De Sabbath” y “Sonidos Del Ayer”. Será entonces cada 3 semanas, cuando tendremos la oportunidad de recrearnos del mejor y más prestigioso grunge en una lista que hemos preparado y no dejará indiferente a nadie.
Empezamos el ciclo con uno de los discos esenciales de esta naturaleza, lanzado en el momento más explosivo de este movimiento generacional. “Superunknown” es sin duda el disco que puede corroborar como una de las mejores discografías de Seattle vienen de la mano de Soundgarden. El mismo también representa la evolución, la madurez y el avance en las composiciones más efectivas de una de las carreras más rentables y de mayor popularidad en las entrañas de esa famosa ciudad del estado de Washington.
La mejor formación en el seno de una banda como Soundgarden, unían fuerzas nuevamente tras el que para muchos es el mejor trabajo de la banda (servidor aquí presente) con su anterior “Badmotorfinger” (reseña aquí). Matt Cameron, Ben Shepherd (en su segunda contribución), Kim Thayil y el siempre recordado y difunto Chris Cornell, posiblemente una de las voces más excepcionales que ha deparado el mundo del rock, regresarían haciendo lo que mejor saben en un estado de forma inmejorable.
Sería aquel 8 de Marzo de 1994, como la tercera contribución con el sello A&M Records, cuando se pondría en circulación el disco que verdaderamente pulía el mejor y más trabajado estilo de Soundgarden. Un álbum que parece que fue ayer cuando lo disfrutábamos repetidas veces en nuestra adolescencia y que en el presente se remonta a 26 años de fructífera e influyente presencia para muchos músicos.
Como el disco de la banda hasta la fecha, también se nota en su total duración que es el álbum más mimado por ellos. Cuidado en todo tipo de detalles, sería el redondo que definitivamente catapultaba a la tropa de Chris Cornell, lanzando todo un serial de sencillos que ascendían hasta 6 de ellos, sino me equivoco. La popularidad de la MTV y el repetido visionado en videoclips como la mítica “Black Hole Sun”, harían el resto…
Es verdad que “Badmotorfinger” puso los cimientos, pero la estructura se moldearía cogiendo su mejor esencia con “Superunknown”. Lo curioso es que justo una semana antes del lanzamiento de este álbum, Nirvana daría su último directo en la ciudad de Münich.
Dentro de los pensamientos de Cornell, “Superunknown” reflejaba la visión más ambiciosa de la banda, y alejarse de los principales patrones convencionales que los encerraban en los garitos underground de buena parte del territorio norteamericano, o la enorme cruzada que supuso “Badmotorfinger” en los primeros compases de los 90. Este es el álbum que les llevaría a un alcance planetario. De pasar a un simple bar de mala muerte a ponerlos en el centro de los estadios proyectando en riguroso directo todos esos sencillos que a diario nos vomitaba la MTV.
La parte oscura del mismo, porque en el grunge lo que más reluce es lo más sombrío, traería consigo 16 pistas que conformaban esta cuarta entrega desnudando el alma de todos y cada uno de sus componentes. Sus miedos, sus rencores, los principales problemas en sus vidas y diversas confusiones de la misma, les llevaría a Soundgarden para abrirles lo más profundo de sus corazones a los seguidores que en aquellos tiempos crecían por cientos.
A mediados de los 90, pocas veces esas alternancias y cruces de estilismo podrían obtener una versión tan refinada como la de “Superunknown”. El último gran disco de su especie desde mi punto de vista, y con una diversificación como para mezclar la lírica más abstracta de su índole, la potencia del rock más tradicional y las mejores rarezas que siempre conforman el subsuelo del grunge. La popularidad masiva de Soundgarden definitivamente llegaría aquí, para un disco que sin duda es verdadera historia de aquellos tiempos.