Ecos De Sabbath; Saint Vitus – “S/T” (1984)
Una nueva entrega de “Ecos De Sabbath”, la misma que tenía que haber llegado la semana pasada, y que por causas personales no pudimos retomar la actividad de aquel viernes, llega ahora con toda su oscuridad, incidiendo nuevamente en el sombrío mundo de las eternas huestes de Birmingham y el mandato ofrecido durante todo este tiempo por nuestros queridos y venerados Black Sabbath.
Precisamente hace tan solo unos días se cumplieron 50 años del homónimo debut de los británicos. Tantos días han pasado desde entonces, como bandas han bebido de sus sagradas escrituras, y para hoy, que menos que ir con uno de sus mejores discípulos enfocándonos directamente en el comienzo de otros pioneros en este mundo del sonido pesado, Saint Vitus.
Densidad a raudales al pagano doom basando el nombre de su proyecto en una de las pistas de “Vol.4”, la biblia negra de Black Sabbath, Saint Vitus y sus muchos cambios de formación, muertes como las del batería Armando Acosta en 2010 y períodos dónde la actividad y la inactividad de la banda se iban sucediendo pero inconsciente a todo esto, su legado se iba agrandando cada vez más, la hegemonía levantada por Saint Vitus desde su fundación en 1978, bajo aquel nombre de Tyrant, iría poco a poco formando ese ogro que hoy en día ha escrito con letras mayúsculas las páginas principales de la academia doom.
Aunque su verdadera explosión y reconocimiento masivo no llegaría hasta 1986, tras la irrupción en la banda del trotamundos “Wino”, nosotros hoy nos remontamos hasta los inicios de Saint Vitus en aquel homónimo que presentaría las credenciales de estos angelinos de la costa oeste en el año 1984.
Cinco pistas conformarían el homónimo debut de Saint Vitus, grabado prácticamente a pelo, en vivo y de una sentada. Un disco para rescatar cada momento de protagonismo por parte de sus componentes, y es que todos contribuyen a esta proeza del doom más excéntrico, y sino que se lo digan a un maestro de ceremonias como es Scott Reagers, prácticamente macabro en su interpretación. La actuación de Dave Chandler a la guitarra no es menos, borroso y siguiendo las directrices de la mejor escuela Sabbath registrada una década atrás, el tristemente fallecido Armando Acosta parece llevar un derrumbe entre sus tambores, armonías tan ominosas como difusas, llevando ese fango característico, tradicional y sobre todo, la savia influencia en la historia de los británicos con pistas como “Zombie Hunger”, “Burial At Sea” y “The Psychopath”. Todas y cada una de ellas, aguardando un aura inquietante especialmente reconocible.
También es verdad que Saint Vitus, más allá de hegemonía Black Sabbath, también flirtea con otras influencias como las de Mercyful Fate o Pentagram. La maestría de Chandler se convierte en todo un monólogo en este álbum, y sino escuchen ese poema de las tinieblas llamado “White Magic / Black Magic”, opresiva en sus letras, cayendo en una tentación en el alargamiento de sus estructuras
El homónimo debut de Saint Vitus a pesar de ser grabado justo dos años antes, una demanda entre las que participaba la propia discográfica SST Records, no vería la luz hasta dos años después. Sería entonces en 1984, cuando empezaría la historia de estos californianos que tantos y tantas formaciones les han venerado como dioses y sin duda alguna, representan una de las influencias Black Sabbath más directas y respetadas. Aire fresco en pleno frenesí de aquella oda al British Heavy Metal, bandas fundando los verdaderos pesos pesados del thrash metal y entre toda esta herrumbre metalera, Saint Vitus, llevando lo que años atrás había hecho Black Sabbath, hasta nuevos niveles.