Little Albert – “Swamp King”; Memorias al gran legado del blues…
Arrancamos un viernes para el disfrute de los estilismos, de las muchas tonalidades que de alguna manera siempre llenan de luz y color está valle psicodélico por el que siempre descendemos cada jornada, más propio al descenso de Alicia cayendo por la madriguera del conejo.
Desde el mejor y más selecto blues, hasta la espontaneidad instrumental de las jam sessions más explosivas, llegando a nuestra rendición con la caída del sol y la visión de nuestro único satélite brillando en el cielo oscuro y luciendo con el acompañamiento de las atmosferas más embriagadoras. He aquí nuestro itinerario de hoy, que arranca con el primero de ellos, asistiendo de esta manera a uno de los estrenos más esperados por un servidor en este mes de Marzo.
Siempre he dicho que el blues es la madre del cordero, antes incluso de entrar en la acidez de los 60, como nacimiento de las primeras formaciones de rock psicodélico, la revolución comandada por la inmortal zurda de Seattle, la rebeldía del proto metal setentero y posterior descubrimiento de lo que 20 años después llamarían stoner o llegando al desvanecer del siglo XX, con la escena de Seattle rompiendo moldes en las televisiones a través de canales que favorecieron este empuje como MTV. Fin de las clases de historia, antes de todo esto, desde el delta del Mississippi, o la pionera escuela de Chicago, maestros de la talla de Muddy Waters, Elmore James, Sonny Boy Williamson, Skip James, Howlin’ Wolf, Robert Johnson o John Lee Hooker, siempre entre un largo legado del estilo más cautivador, escribirían los principales fundamentos del blues rock, que a día de hoy, sigue extendiendo sus ramas con proyectos como estos Little Albert.
Los presentamos en su día, más propio de las ideas más exuberantes de Alberto Piccolo, guitarrista de Messa, que cambia el pistón en este caso, aunque si con cierta menor gravedad en su amplificador, para abrir las puertas a este oasis del género con un discazo como es “Swamp King”.
El mismo significa el arranque de este proyecto paralelo por parte del compositor italiano y desde el día de hoy, se encuentra disponible desde el catálogo de Aural Music, para el disfrute de sus 6 tórridas pistas.
Dicho esto, al escuchar este “Swamp King”, para orientarnos un poco claro, tenemos un ejemplo bastante parecido al otro lado del mundo con los australianos Child. De esta misma manera, las ideas de Piccolo, fluyen trazando las mejores y más cautivadoras líneas, llevándonos a su imaginario universo instrumental. Será aquí dónde nos perdamos entre solos conquistadores, reverberaciones varias para darle más motitas de ácido al espectro sonoro y ese trote sinuoso en la sección rítmica, totalmente pegadizo y característico en el género en cuestión. Esto no quita, que más allá de las inducciones a las nuevas tecnologías, véase el caso de “Bridge Of Sighs”, lo más clásico de su estilo, casi que transportándonos al Chicago de los 40, brille con luz propia en la misma “Swamp King” como magnífico ejemplar de apertura, o la sensualidad estilística de “Mean Old Woman”. Más músculo para este LP viene en ese tímido funk de “Outside Woman Blues”, o esa estirpe psicodélica que ofrece su mejor escaparte dentro de ese heavy blues en “Blues Asteroid”, el tramo medio de este track lleva a los momentos más duros del redondo. Cierro el destripe bajo la creatividad mayúscula con la más larga “Mary Claire” del redondo, un prodigio de construcciones en forma de crecimiento, como una de las grandes culminaciones de “Swamp King”.
Las graduaciones en el jazz por parte del respetable y mejor entusiasta Piccolo en el conservatorio de su natal Treviso, obtienen sus mejores credenciales en este “Swamp King”, un proyecto paralelo a Messa como soplo de aire fresco y mejor aroma al buen blues de la época, que aquí nos trae de regreso las mejores memorias. Acumulamiento de las ideas más lentas, deslizantes y seductoras, que siempre han caracterizado al estilo. En este caso el heavy blues de Little Albert obtiene muchas partes de puro músculo, así como otras nos dejan caer en las manos más tentadoras. Un arranque prometedor que aporta nuevas ideas al género establecido y siempre penetrante, del mejor blues.