“Self-Surgery”, disección fugaz en el nuevo proyecto de Chelsea Wolfe y Jess Gowrie
“Self-Surgery” o lo que viene a hacer lo mismo, el nuevo proyecto que presenta este debut entre las mentes abiertas de Chelsea Wolfe y Jess Gowrie, son las protagonistas principales de nuestra RESEÑA DEL DÍA.
Sargent House distribuye el primer envite de este nuevo proyecto norteamericano, como otro de esos contingentes que promueven el famoso movimiento noventero riot grrrl.
En cierta medida, alejado de sus trabajos principales, no del todo claro, es verdad que este nuevo álbum debut puede pedir lo que muchos desearán. Liberar las cadenas de estas dos componentes y sumergirse entre ambientes post punk y ciertos guiños al gótico, dan como resultado una estupenda fórmula mágica como la mejor de las ambientaciones para el redondo.
Dicho esto, el disco podría pasar perfectamente como un corto, ya que sus 8 pistas rondan los 20 minutos de desinhibido planteamiento. Intrigante en muchos aspectos, salvaje en cuantiosos elementos, con una estética ciertamente radical llamada a la descarga de su arsenal instrumental. 
El mismo que también descubre a la señorita Wolfe como toda una asesina de las 6 cuerdas cuando llega el momento de soltar bocanadas de vapor caliente y sentir ese aire abrasivo circular por nuestra habitación.
Es verdad que “Self Surgery” se mueve mucho por los terrenos más industriales, pero tampoco quita que los matices aportados por Jess Gowrie embista con fuerza los muchos momentos dónde esas sonadas ambientaciones nos devuelvan su tormenta perfecta. Ésta convierte la atmósfera puramente en algo ennegrecido y dando rienda suelta a todas las facultades más hostiles de ambas artistas.
Empuje frenético, insensible, el mismo que muestra el poder de este nuevo proyecto que evidentemente, deja con cierto sabor agridulce en su presentación. Esto no es por su ejecución, ni mucho menos por los esbozos aquí planteados, al contrario, son la mar de prometedores, y es precisamente este el patrón que sigue “Self Surgery”. Una brecha carnal a base de bisturí para llevarnos a la nueva cirugía impuesta por la dupla Wolfe/Gowrie, que evidentemente se pide más a un álbum que pasa en un suspiro, pero que deja un aroma bastante prometedor. Una promesa de versiones cortas que pido a grito una expansión lo más pronto posible.
