Stoneville vuelve a la carga con “II”
Volvemos a destacar otro lanzamiento estatal para el presente curso, esta vez directo desde nuestras islas afortunadas, desde la isla vecina en este caso y habiendo disfrutado en repetidas ocasiones de su enérgico directo y continuación de “I” (reseña aquí). Para este miércoles, los grancanarios Stoneville aterrizan en “La Habitación 235” con su último “II”.
Como uno de los flamantes últimos fichajes de Jetglow Recordings, el sello italiano nuevamente nos vuelve a mostrar el extenso catálogo de su distro como ya hiciera en ocasiones anteriores con los amigos de We Are Impala y sus dos últimos discos; “Visions” (reseña aquí) y “Synesthesia” (reseña aquí).
Evidentemente, los no iniciados en el incipiente rock macarra con el mejor sabor asfalto de Stoneville, no conocerán ante todo que lo que hoy presentamos es un disco puro y directo. Escrito en mayúsculas, pasado por una buena capa de bourbon y pie a fondo para soltar cargas del explosividad estimulante para tus cervicales.
Genuino rock de carretera como bien nos decían a través de su logo anterior, con un sabor desértico en algunas ocasiones, la leyenda del señor Kilmister siempre presente, texturas Sabbath como la sombra que les persigue y en muchas ocasiones, el mejor rock’n’roll que haga bailar a todo un cementerio.
Esto es Stoneville, y su nuevo “II” es todavía más eléctrico que la primera entrega, más dinámico también, recordando mucho a la última época de Motörhead en esos compases iniciales de “Pull It Out” o la propia “Bandit”, inyectando esa vena desértica en “The Pill” y “Give Fun”, expandiendo aún más ese halo de oscuridad sabbathica en “Dark”, una de esas pistas dónde coquetean con el stoner/doom más denso o el afrodisíaco heavy blues en “Hot Woman”.
Siete nuevas pistas para experimentar aún más en la materia inflamable de Stoneville como ferviente rock incendiario en esta segunda entrega. Los grancanarios siguen dando al público más directo lo que quiere, el mejor rock más adictivo acompañado de litros de cerveza, solo así fluirá este “II” como el brebaje para saciar tu sed inexorable hacía estos salvajes de la carretera.