Motorpsycho – “The All Is One” (2020)
Psychedelic / Progressive
Sin duda, de los 6 meses que aún le quedan hasta 2020, uno de los viernes más vigilados fue el del pasado 28 de Agosto. Más allá de todos los lanzamientos surgidos en el mismo, y desgranados, en buena parte, en esta casa en los últimos días, la llegada de Motorpsycho con nuevo material de estudio, dirigía la atenta mirada de muchos y el oído más fino, preparado para recibir otro vals de maravillosa psicodelia.
Aunque llega con algunos meses de retraso, “The All Is One” es el disco que cierra su última trilogía, iniciada en 2017 con “The Tower” (reseña aquí) y continuada con el posterior “The Crucible” (reseña aquí). Nuevamente la labor de Stickman Records, es el impulsor en la distribución del nuevo retoño de este histórico power trío de Trondheim, alabado durante sus más de 30 años, por una poblada discografía de genialidades una tras otra.
Como todo disco de los noruegos, “The All Is One” es un trabajo que no deja a nadie indiferente, pero que también es innegable no quedarse atónito ante su increíble destreza, llevada por el talento de sus 3 componentes, creando esos estilísticos meandros progresivos.
Ya el disco arranca partiendo de esa sutileza progresiva, marca de la casa en Motorpsycho, llevando con un fino tacto todo tipo de contrastes, de aquí se pasa a poner todos los alardes de los nórdicos sobre la mesa en “The Same Old Rock”. De la misma manera, se prosigue con “The Magpie”, una de esas pistas dónde Motorpsycho sigue llenando de elementos su base instrumental cuántica y se recalca la labor del batería Tomas Järmyr.
Este primer tercio de “The All Is One” lleva cierto ímpetu en sus canciones, y las influencias que recorren estos artistas nos pueden llevar a Yes, Genesis o incluso King Crimson. Son jam sessions creadas a un nivel superior, como inmejorable primer acto del redondo.
A todo esto, la mencionada finura de Motorpsycho se acurruca en esos paisajes instrumentales, y la misma viene siempre acompañada por esa ambición innovadora de la banda, incansable en dejar de sorprender al oyente con cada escalón subido en una discografía sublime. El movimiento mayúsculo de “The All Is One”, viene promovido en un eje central como son los 5 actos de “N.O.X” desarrollado en 40 minutos de pura fantasía progresiva, como la gran experiencia del álbum. En este caso la banda se sumerge en los bucles infinitos rítmicos presentados en los pasos “II” y “IV”, de igual manera este espectro sideral, se va llenando de esa algebra instrumental que adquiere prácticamente un valor sentimental cuando llegamos a “Dreams Of Fancy”. Las emociones del “Heavy Metal Fruit” (reseña aquí), vuelan como mariposas sobre nuestras cabezas, es sin duda uno de los temas a destacar del redondo, poniendo de lleno a los Motorpsycho más pesados del álbum, pero también viendo su bagaje, los más reconocidos.
La trilogía ceñida en las ilustraciones de su compatriota Hakon Gullvag, también conocida como “trilogía de Gullvag”, se cierra de una marca magnífica con un álbum que más allá de lo mostrado en sendas entregas anteriores dentro de esta nueva saga, se mueve todavía en mayores direcciones, lo cuál nos lleva a un nuevo nivel de complejidad en las enmarañadas estructuras de Motorpsycho. “The All Is One” es un laberinto de ideas que en ningún momento se propone buscar una salida, al contrario, tal cuál como ha sido la carrera de estos prolíficos artistas, su intención no es otra que profundizar más y más. Toda una excursión progresiva dentro de los más de 80 minutos instrumentales más complejos de este 2020, dando significado a toda una saga y metiendo un álbum (“N.O.X”), dentro de otro álbum. Al fin y al cabo, cada elemento adquiere un protagonismo mayor con el paso de los minutos, y en esos valerosos in crescendo, es dónde Motorpsycho une todas sus emociones visionarias, para llevarlas hasta el infinito como un todo.