Sumac – “May You Be Held”; La calma que precede a la tormenta…
Tal y como dejamos ver ayer, lo nuevo de Sumac iba a ser nuestro DISCO DE LA SEMANA, pero entendemos que para una banda con un bagaje como los de Boston, y con medios que cuentan sus seguidores por millones, poco empuje como el nuestro es necesario, de ahí a tirar de una causa más necesitada.
Con esto como prólogo, es indudable que una máquina de creaciones tormentosas como es Aaron Turner, vuelve con este “May You Be Held” como nueva ofrenda y cuarta entrega a una discografía creciente, dentro de su naturaleza más minimalista.
Desde su álbum debut con “The Deal” (reseña aquí) lanzado 5 años atrás, esa máquina sludge que tienen por corteza cerebral esta formación, ha ido creciendo más y más dentro de sus lúgubres ambientaciones, alcanzando una nueva cumbre, “May You Be Held”.
Más allá de que sus componentes pertenezcan a proyectos como Isis, Baptists, Old Man Gloom o Russian Circles, su carrera y sobre todo, su veteranía, les ha llevado para reunirse de grandes nombres detrás de este cuarto vástago. La producción de Kurt Ballou, así como de Matt Bayles, es otro punto fuerte dentro de la lograda ambientación perturbadora, que por muchos momentos sobrecoge en “May You Be Held”.
Desde que abandonará Isis, la filosofía de Turner siempre ha sido totalmente contraria a la labor que le diera un mayor reconocimiento mundial con su mencionado primer proyecto. Es verdad, ha pasado por algunas otras formaciones, pero sin duda, Sumac es puro experimentalismo, la vertiente cáustica dentro de fuerza más bestia y de esto, y repitiendo, dentro de su esquema minimalista, adquiere un sentido único dentro de unas ejecuciones soberbias, dominadas por los gruñidos de Turner y una tortura instrumental como la que se puede ver en ese bucle de riffs impetuosos definidos en “Consumed”. El procedimiento aquí es ante todo atronador, pero siempre está arropado por esos momentos de ambient, más propios a la calma que precede a la tempestad. Todo se entrecorta, todo se retroalimenta, llegando a momentos totalmente asfixiantes, y la entrega furiosa de un tío como Nick Yacyshyn, esa bestia que domina los compases rítmicos de Baptists, y que aquí le liberan de sus cadenas.
La oscuridad y la enfermedad parecen ir de la mano en este álbum, llevando esa capacidad de desarrollo a la hora de crear momentos totalmente infernales, devastador en su sinopsis, pero también de reflexión como las inquietantes atmosferas de su apertura o su cierre. El tema que da nombre al disco, posiblemente sea el que más complete el lado más reconocido de Sumac. Una exhausta travesía de casi 20 minutos, mostrando toda esa pesadez sludge, con la exhibición de una sección rítmica puntiaguda, y un aplastante Turner en la complementación de los riffs.
Sorpresa en este caso sería una pista como ese adelanto que nos dejaron semanas atrás, “The Iron Chair”, con guiños casi que jazzísticos, el orden minimalista vuelve a hacer acto de presencia con un tema encasillado en la parte central de “May You Be Held”, siendo todo un estandarte en su definición a la lograda ambientación del redondo.
Un regreso para los de Boston totalmente a la altura de las expectativas en “May You Be Held”, alcanzando momentos de extrema crudeza, que podrían dejar perfectamente los picos más altos en su discografía. Una atracción poderosa para abrumar a un mundo enfermo, tal cuál reflejan las muchas canalizaciones del cuarto acto de Sumac. Un álbum que después de ese sofocante huracán de pesadez, también guarda los lugares más íntimos y recónditos de estos tres pedazos de músicos. Juntar estas 3 cabezas es hablar de barbaridades, y aquí señoras y señores, hay una, y bien mayúscula.
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