Thermic Boogie – “Sheer Madness” (2020)
Progressive / Sludge / Noise
No sé cuántas veces podré haber escrito la reseña de un disco como último trabajo de la banda, tampoco es que las haya contado, pero sin duda, una formación como Thermic Boogie se va a echar mucho en falta.
“Sheer Madness” es el adiós de este dúo de músicos con base en Barcelona, que tiempo atrás nos ha enajenado nuestras emociones más surrealistas con sendos lanzamientos como fue “Vastness And Matter” (reseña aquí) o el posterior EP “Fracture” (reseña aquí).
Entre vertientes estrepitosas, tal y como subtitule yo mismo una entrada como fue la de su último trabajo, nos enfrentamos nuevamente a la nueva tormenta sónica de Albert Martínez–López y Baptiste Gautier–Lorenzo, músicos como prácticamente arquitectos de unas composiciones que nos meten en un caos instrumental como mejor huracán de estimulaciones.
El ensordecimiento del noise en su mejor y más vertiginosa esencia, Thermic Boogie se muestra candente con su última entrega. Como una de esas bandas que se descolocan fuera del circuito repetitivo de bandas stoner/doom, para aportar materia musical, de lo más original.
Siempre desde su base más progresiva y caótica, los guiños al noise o al sludge son la peculiaridad de una banda que se crece en medio de la tempestad sonora. Reconstrucciones de capas disonantes, fijan un desarrollo ambicioso pero también muy alejado de la cordura o los patrones establecidos.
Lo confieso, soy un fiel devoto de la astronómica carrera de estos tipos, su partida es un palo de los gordos, posiblemente la peor noticia de este 2020 dentro del panorama estatal, y aun así, muchos seguirán con la caña de pescar, intentando encontrarle algo de lógica a este párrafo. Firmes iluminados en busca del camino perdido, ahora que han descubierto a una banda como Thermic Boogie.
En fin… nuevamente nos encontramos ante otra de esas formaciones que fabrican discos para paladares exigentes, oyentes de mente abierta que no se achantan a la innovación o al progreso, pero sobre todo a la experimentación. Fulminantes en su boogie más incandescente, el ruido es la omnipresencia en el campo sonoro de Thermic Boogie y este es su disco más intenso, un ímpetu aferrado a la complejidad instrumental, un desorden sonoro para el falto de ideas, que lleva un sentido y una estética conceptual magnifica.
La producción de “Sheer Madness” suena mucho más transparente que en “Fracture”. Este es otro dato importante para disfrutar de una manera más cristalina la cantidad de elementos y matices, plasmados en las largas ecuaciones de Thermic Boogie.
Dentro de esa rítmica endemoniada abunda un desarrollo agresivo, muy etéreo, pero de una fluidez dentro de su ADN, más conseguido que nunca. Su versatilidad instrumental, aquí adquiere un nivel cacofónico para llevarnos al sofocante y humeante territorio de esta mala bestia, portadora de un atronador ruido metálico, como para provocar la fractura de las masas continentales.
De esta manera, Thermic Boogie, sin extras ni añadidos, totalmente al desnudo de sus funciones, se despide de la escena con su tercer registro, “Sheer Madness”, su disco más largo hasta la fecha, cerrando una despedida de altos vuelos, disparando su estilismo en muchas direcciones, pero sobre todo, siendo su factura más accesible hasta la fecha como todo un puñetazo sobre la mesa desde su perspectiva más feroz.
“Sheer Madness” es el calmante que nos mete en nuestra burbuja para derribar las paredes de este fatídico 2020.
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