Ecos De Sabbath; Warpig – “S/T” (1970)
La esencia, el legado, la exponencia en sí y sobre todo los “ecos” que han recogido desde más de 50 años atrás la figura de Black Sabbath, puede tener su mejores ejemplos a través de esta sección, pero es que incluso, en tiempos dónde su homónimo trabajo salía ese mismo año, y empezaría a cobrar vida la leyenda, sus conciertos anteriores de presentación como banda en muchos directos y el “run run” que corría por entonces sobre algo que no se había visto hasta la fecha en la escena del sonido pesado, podría crear una influencia prematura en tal caso, pero que hoy en día, se le puede ver como auténticos discos de culto.
Bienvenidos a una nueva entrega de “Ecos De Sabbath” viajando nuevamente al origen y desplazándonos en este caso hasta el interior del país canadiense para conocer un poco más el sello de una banda como eran Warpig, con un solo disco en toda su carrera, y una muerte y disolución que al igual que muchas por aquel entonces, vería una discografía corta de pocos discos, pero alarmantemente provechosa para el devenir del género.
Como tantos y tantos clásicos reseñados por un servidor, el tiempo ha colocado todos estos redondos en su sitio, dándole ese peso que realmente merece, llevando esa etiqueta de “tesoros divinos”, pero siempre entre el personal de culto, ceñido a las estrictas leyes del underground.
¿Para que debatirnos entre formaciones o discos escuchados por millones de personas, cuando son esos discos que solo han escuchado unas cuantas centenas los que son las influencias más directas de las bandas mainstream? La naturaleza pura del underground y los músicos de Ontario son otros de tantos.
Formados en 1968 por Dana Snitch, Terry Hook, Rick Donmoyer y Terry Brett, estos 4 amigos ya habían tocado en proyectos anteriores durante la segunda mitad de la década de los 60, pero no sería hasta unos años después dónde se empezarían a sentar las bases del proyecto Warpig. Dos años después, en 1970, la banda lanzó su único y homónimo álbum a través de Fonthill Records, un disco que ha tenido reediciones entre las que se incluyen la de Relapse Records en el 2006. Incluso la banda se volvió a reunir en el año 2004, pero nada más lejos de ver nuevo material de estudio.
En el recuerdo quedan los atributos de este “Warpig”, grabado en los Toronto Sound Studios por el que fuera productor de Rush, Terry Brown. Gestado entre sus muchas tardes de ensayo en el sótano de su batería Terry Hook, y del que tras la salida del álbum, los posicionó bastante bien entre la escena independiente de Canadá y mayormente en la de su Toronto natal.
Puede tener fijaciones al reinado de Black Sabbath, pero también esa inspiración por Deep Purple, sobre todo en la contribución del teclista Dana Snitch. Una marca bastante británica en su sello sonoro, registrada al otro lado del Atlántico, con una pureza en su poder que puede llevar desde esa psicodelia hasta sus vertientes más eclécticas.
Ante todo, “Warpig” tiene momentos de mucho desenfreno, y las notables estructuraciones de este álbum así lo evidencian tirando de unos rasgos bastante tradicionales dentro del rock mostrado hasta entonces. Canciones como “Flaggit” o Advance AM”, tiran mucho de la figura de Uriah Heep, “Melody With Balls” llueve a Savatage por todos lados y los riffs que más rompen se pueden ver en momentos como los de “UXIB” o “The Moth”.
Es cierto, una carrera corta que a buen seguro, hace décadas que unos pocos quieran o desean ver una continuación, pero así de estos como de otras tantas formaciones míticas, pero… lo que hay es lo que hay. Al menos este “Warpig” me deja la grata sensación de una banda llevando ese estilismo por el hard rock británico, con esa sordidez de los propios Deep Purple, pero también se deja ver a una banda intentando dar un giro de tuerca al género, llevando ese fuzz hasta nuevos niveles, usando mucha metodología blues en sus esquemas musicales y siempre desde un enfoque bastante siniestro. Tal vez no tenga la pesadez de bandas posteriores orientadas al proto metal de la época, pero la elegancia ocultista y ciertamente progresiva de los canadienses, dejó una solidez única en este registro.