“Olympus Mons” transparenta el arte creativo de Savanah
Desde el 2015 hasta el día de hoy, hemos sido testigos del crecimiento de esta formación de Graz, siempre arropados en su cometido por el sello StoneFree Records. Con “The Healer” (reseña aquí), lanzado hace 4 años, hoy toca volver a reemprender nuestra marcha con “Olympus Mons”, prácticamente en el mismo punto seguido que Savanah aparcó a un lado en el 2017.
Ante todo, estamos ante la continuación perfecta de la banda como tercera entrega en su discografía. Posiblemente su disco más accesible hasta la fecha con esa conjunción entre su buena coraza heavy rock y las armonías más pegadizas para recordar los grandes momentos de esta nueva entrega.
Un mayor logro en la composición del nuevo trabajo de Savanah quizás sea la nota más destacada en el contenido de “Olympus Mons”, todo un paisaje cohesivo para dibujar esas líneas que encuentran la marca más personal hasta la fecha de los austríacos y que al fin y al cabo, les ha llevado en su evolución en los últimos años.
Las ejecuciones de Savanah siguen siendo similares, pero digamos que para la ocasión, “Olympus Mons” lleva un mayor tacto en las zonas más esbeltas del redondo. Más allá de las muchas influencias que podemos palpar en todo el álbum, de esa parcialidad en las voces y de todos los ingredientes que nos asisten al espectáculo creativo de Savanah, es esa atracción de total inmersión la que actúa de manera prácticamente magnética en “Olympus Mons”, un trabajo de lo más aventurero, marcado por la progresión de sus arquitectos.
La fuerte dinámica de esta entrega a una larga y alta pared de gran imaginación en Savanah a la hora de crear auténticos paisajes ficticios en sus canciones. En esos algo más de 40 minutos, podemos encontrar una poderosa apertura como es “Kaleidoscopia”, llenando de melodías y fuerza, como claros adjetivos de este primer corte, algo más progresiva pero igualmente competente, “Velvet Scarf”, la corta, rápida y de buena descarga “Tharsis”, los diversos surcos por los que merodea el heavy rock más paulatino de “1872”, hasta llegar a su entrega final en la pista más larga como es “Olympus Mons”, dónde esa cordillera se recorre arriba y abajo con los mástiles de seis cuerdas erigiéndose como los grandes protagonistas de este cierre.
Si verdaderamente estamos ante su disco más ambicioso hasta la fecha, eso es porque Savanah sube las apuestas en sus partes progresivo-psicodélicas, esas en las que aquí alcanzan cotas muy altas como para poner en estima la labor de estos Savanah. Un power trío joven aún en su proceso y con un cometido por delante que empieza a dejar claras connotaciones de grandeza debido al arte creativo que aquí se cristaliza en su nueva y más reciente oferta.