Amenra – “De Doorn”; Devastando las emociones…
Nuevamente los cimientos de la localidad belga de Cortrique vuelve a arrastrar temblores sísmicos ante la nueva propuesta de una de sus formación más innovadoras, los mismos que llegan hoy como DISCO DE LA SEMANA, al que está llamado a ser el punto de inflexión en su carrera.
La experimentación de Amenra va más allá de las escrituras atmosféricas del post metal , sus instintos shoegaze nos dejan siempre en un marco ambiental espeluznante en todos sus trabajos, y siguiendo esta premisa, yo me decantaría que el nuevo “De Doorn”, pueda recoger los momentos más inquietantes en la exitosa carrera de Amenra.
Es el primero de los lanzamientos que sale de la saga de los “Mass” y también es el estreno que lanzan a través del sello de Pensilvania, Relapse Records. Todo un viaje de 21 años recorriendo por esa cruzada de la escena hardcore de sus tierras, hasta ese innovador movimiento espiritual característico en su sello sonoro, como nueva y fascinante revelación.
Aventurándome un poco en la nueva propuesta de Amenra, indagando en su contenido y viendo los principios del mismo, podría decir que “De Doorn” es su oferta más personal hasta la fecha. Un disco pensado como tantos en su discografía para una gran edición que recoja el mejor audio posible en un LP. No existe un largo tracklist, con unas pocas pistas que se reparten entre los terrenos más ambientales, algunas superando la barrera de los 10 minutos, y otras como grandes interludios para meternos de lleno en la piel de este “De Doorn”, son lo suficiente para compactar todo este material y hacer que suene realmente divino en nuestros reproductores.
Meras anécdotas a un lado, “De Doorn” es la línea que separa la cordura de la demencia, un descenso a los pozos del sufrimiento como combustible que impulsa la embestida de Amenra. Una banda que destaca sobre todo por su gran sentir melancólico en sus esquemas, impartiendo una clase maestra llena de sentimentalismos, plasmado en un sofoco ambiental definido en grandes oleadas de armonías atmosféricas.
Alabo sobre todo la personalidad de este “De Doorn”, una vuelta por los orígenes de la banda como puede ser la parte final de “Het Gloren”, pero sobre todo por ser el primer disco cantado en su idioma natal o la inmersión total en el alma de la banda de un Colin H. Van Eeckhout con una mayor diversificación. ¿Por qué digo esto? En su anterior disco veíamos como esas ondas ruidosas de post metal atronador se intercambiaban con los pasajes reflexivos de una buena acústica, “A Solitary Reing” es un ejemplo claro de su último “Mass VI” (reseña aquí) y aquí, este apartado se esparce aún más llenando de tacto y mucha melancolía pensativa en muchos momentos de “De Doorn”.
También hay que contar la participación de la voz de Oathbreaker, con Caro Tanghe y su entrada en esa pavorosa apertura que deja “Ogentroost” y su unión con la continuación, “De Dood in Bloei”, momentos importantes para engrandecer a un álbum como “De Doorn”. De hecho, la huella de Tanghe levita en muchos momentos del registro dejando ya eso de ser una simple invitada.
Disparando en muchas direcciones pero siempre con esa idiosincrasia que caracteriza a Amenra, las visiones al folk más contemporáneo se ven “Het Gloren”, también podemos notar la pesada aflicción de su single “Voor Immer”. Impresiona el esquema de esta pista, llevando al alza a una banda como Amenra en la que está claro que sentados sobre una base post metal, la innovación es la sombra que les persigue eternamente, y con esto, las sorpresas se suceden en cada nuevo lanzamiento.
“De Doorn” es la maduración de Amenra llevada a un nuevo nivel. Se nota mucho que hay un cambio estacional que se ha apropiado a estos músicos belgas, pero sin perder sus principios musicales y los que ha llevado a un reconocimiento masivo hasta la fecha, Amenra vuelve a lograr otra gesta que ataca profundamente al corazón humano, experimentando con nuevas ideas y tallando las ya conocidas. Al final, el conjunto de elementos nos deja otro resultado monumental para su discografía con el desgarro de su pesadez atmosférica y su abstracción minimalista como principales portadores de una nueva obra maestra propagada desde los cielos de Cortrique.