“Mean Machines”, el notable estreno de Dual Fighter
Como uno de los claros principios de esta web, nuestra exploración en busca de nuevas bandas es algo que más allá de una simple rutina diaria nos lleva a lo que es innegablemente cierto, y no es otro que ese descubrimiento plasmando un cúmulo de emociones placenteras en su escucha. El sentimiento de la búsqueda exacta queda a la misma altura de la propia definición a la que se registra el disco.
Esto mismo me ha pasado con los músicos de Indianápolis, Dual Fighter, quiénes a través de esa magnífica estampa registrada en la cubierta de su álbum debut “Mean Machines”, dejaron encandilados mis ojos y mis oídos abiertos a abrirme a su nacimiento con todo lujo de detalles.
En un lunes donde sus reseñas se cuentan como magníficas revelaciones, el nuevo “Mean Machines” es uno de esos lanzamientos novedosos registrados el pasado viernes, ya saben, ese mismo viernes que destacamos cada una de sus operaciones lanzadas en nuestro última intromisión en la sección de podcast (escuchar aquí), es la larga tarea que tenemos pendiente durante toda esta semana, para afrontar el mes de Abril liberado de carga.
La contundencia del hard rock, en uno de esos discos de altos vuelos, con una buena marca de riffs y esa naturaleza espacial que rápidamente nos pone en órbita una vez nos subimos a la lanzadera de los de Indiana.
También es verdad que no solo es hard rock, hay una inspiración por el cosmos setentero que adorna magníficamente todo el jardín proyectado por este dúo de músicos norteamericanos.
Lanzado a través de Galactic Fire Records, “Mean Machines” es una expresión a las fijaciones de estos músicos en sus muchas influencias, ejecutado de una forma magistral que entra a la perfección por el oído. Con esto, basta decir que “Mean Machines” está rodeado de auténticos himnos de batalla que funcionan como los mejores ganchos, pero también es verdad que lo que nosotros tenemos aquí presente es de esos discos magníficos para los largos viajes en carretera, y con esa mirada al frente dónde vemos las líneas discontinuas del asfalto pasar rápidamente. Tampoco se puede negar ese escaparate que nos adentra en el desierto. Tal vez no por los fangoso de sus riffs, pero si por la atmosfera que hay recreada sobre el propio “Mean Machines”.
Ante todo, el frenesí de ritmos marca un pulso trepidante, lleno de muchísimo groove y melodías para la memoria en este estreno de Dual Fighter. La estructura de sus canciones, las letras que aquí desprenden, la aportación de Greg Osborne (guitarra, voz y batería), así como la del mástil de 4 cuerdas, Andrew Funke, todo… nos lleva a una expansión en su sonido, totalmente excursionista para llegar a través de sus muchas estridencias a lo mejor del sonido más efectivo y ansiosamente buscado.
Con esa sinergia arenosa levitando presente en todo “Mean Machines”, esta revelación viaja por sus muchas estaciones sin dejar de lado ese psych blues manifestado en su canción principal como uno de las culminaciones del disco. Un bautizo más que notable, en uno de esos lanzamientos listo para dejar un semblante en tu cara, con esa sonrisa que va de oreja a oreja.