The Grand Astoria – «Punkadelia Supreme» (2013)
Hace poco criticamos un disco tan bueno como era aquel “Magic Carpet Ride” de los franceses Brain Pyramid. Sacando información de esta banda novedosa y nueva dentro del páramo psicodélico del género me di cuenta de que habían ya girado con unos The Grand Astoria hasta ahora nunca escuchados por mí parte.
Primera toma de contacto con esta banda que se hace valer bajo el nombre de “Punkadelia Supreme”. Desde que escuchas los primeros compases duros y rotundos de un corte como “Slave Of Two Masters” te sientes inútil ante el tiempo que has perdido en una banda que reboza de carisma y muchísimo talento dentro de su escena.
Una vez cometido el pecado por mi parte, me desquitó de todo ello para escuchar a fondo el nuevo y cuarto disco de esta banda rusa proveniente de San Petesburgo. Cuatro discos, lo cuál a mi entender el tiempo perdido por mi parte es tremendo, pero aquí estamos para intentar enmendar el error. A partir de aquí que me perdonen estos astros rusos.
Formados en 2009, la formación actual de la banda la componen Kamille Sharapodinov (voz/guitarra), Igor Suvorov (guitarra), Michael Bookin (bajo) y Albert Vartanov (batería). ¿Influencias?… Iron Maiden, Mudhoney, Megadeth, Faith No More y el maestro Hendrix claro.
Currantes como la copa de un pino y con un gran número de colaboraciones en su nuevo disco, estos tipos se curraron hasta más de 40 shows en toda Europa durante el año 2010 publicitando su tercer trabajo “Omnipresence”.
Combinando géneros como el propio rock psicodélico, soberano de esta página, stoner rock, punk o heavy metal debo reconocer que estos muchachos rusos se han currado algo realmente asombroso, que va a pegar muy fuerte en las preciadas listas de final de año.
“Punkadelia Supreme” es el éxito de una banda que ha recorrido un largo camino en tan corto plazo, mucho parte de esta culpa la tiene su multi-instrumentalista Kamille Sharapodinov y su mano derecha Igor Suvarov.
Desde el metal más clásico hasta la pesada psicodelia sonora llegan incluso a tirar del bluegrass como puede ser el caso de su introducción “Welcome To The Club”. También puedes escuchar momentos de extrema técnica instrumental como es el corte “Score” de casi 14 minutos dónde la banda hace hincapié sobre todo en la vertiente más progresiva.
Dejando a un lado el talento innato de este cuarteto ruso, echemos un poco la vista a las colaboraciones de este reluciente álbum. Cuatro teclistas, tres bajistas, un banjo, un sitar y un metalófono entre sus incorporaciones, alcanzan la nota predominante para caracterizar un disco escrito y hecho con mayúsculas.
Hablamos de casi una hora y veinte minutos dónde la banda no tiene reparos a la hora de empujar los límites de su propia creatividad. Una verdadera excursión expansiva que indaga diversos campos musicales más allá de su propia amplitud sónica.
¿Lo curioso de todo esto? Que hasta ahora todos los discos predecesores de la banda eran más largos en cada una de las continuaciones y “Punkadelia Supreme” no iba a ser menos. Más de 20 minutos más largo que su anterior “Omnipresence”.
Deliciosas mermeladas psicodélicas, solos más que extendidos que denotan la calidad de un álbum puramente tentador se mezclan con sus partes más metaleras. A este “Punkadelia Supreme” no le falta de nada.
Que es uno de los mejores discos del año ya se los garantizo yo, pero eso ya lo habrán escuchado cientos de veces este año. Que sumemos la longitud del mismo con una extrema calidad, ya lo dejan al alcance de muy pocos en este año que tan difícilmente nos lo está poniendo a la hora de elegir a los mejores.
Que no les eche atrás el tema de que sea un disco largo, desde aquí les invitamos a adentrarse en la fauna de estos The Grand Astoria. Deleitarse con temas como “Space Orchid vs Drumkit Massive” y su ultra hipnótico sonido. No poder salir del asombro ante uno de los temas más bellos del año como es la propia “To Cross The Rubicon” un tema que fácilmente te puede meter en el universo Mastodon, o simplemente destrozarte ante la inicial “Slave Of Two Masters” y ese stoner psicodélico que emana de ella.
Pero el disco tiene muchos adjetivos al que caracterizar. Un corte con un comienzo tan funky como es con “King Has Left The Building”, acto seguido le sigue un verdadero ejercicio instrumental por parte del cuarteto dónde se denota la calidad de los rusos ante uno de los temas más emblemáticos del disco.
Lo dicho anteriormente, que sea largo no quiere decir que no sea sumamente atractivo. No creo que haya mejor forma de arrancar un mes como Septiembre ante el que yo creo que es uno de los portentos de este año que sale en la recta final del mismo gritando poderío en su interior.
No hay duda de que estos tíos ahora que han demostrado como se las gastan en el estudio, tienen una enorme tarea por delante de demostrar y publicitar ante el público este pedazo de trabajo. No tengo palabras, es jodidamente asombroso.