Cabalgando Con El Maestro – «Electric Ladyland» (2/5)

El año 1968, año de grandes obras, grandes nombres y grandes sucesos. La guerra de Vietnam se volvía cada vez más sangrienta, mientras que en EEUU eran asesinados Bobby Kennedy y Martin Luther King, antes de que Nixon fuera elegido presidente. Stanley Kubrick nos sorprendía con su inmortal “2001: Odisea del Espacio”. En el mundo de la música se separaba Cream, los Rolling Stones editaban “Beggar’s Banquet” y los Beatles, luego de su estancia en la India, volverían con una mochila repleta de canciones que verían la luz en el magnifico “White Album”. Pero no serían los cuatro de Liverpool los únicos en editar un doble disco en aquellos días que marcaron tanto en la historia tanto por los sucesos de las guerras y los asesinatos, sino también por ser uno de los años con mejor factoría de grandes obras maestras musicales de la historia.

Al otro lado del charco, y asqueado ya de ser criticado de ser un simple fenómeno psicodélico de pop circense y variados trucos, (el periodismo como siempre los tiene tan grande como su vacío mental), el maestro Hendrix está a punto de realizar una de las obras más monumentales de la historia del rock: “Electric Ladyland”.

Una producción repleta de hallazgos experimentales, sonidos 3D que jugaban con la dinámica del sonido estereo, improvisaciones tormentosas y climas variados. Grabado en Nueva York, éste sería el último álbum en estudio que el guitarrista editaría en vida. También constituyó el punto final del trío que Hendrix formaba junto al bajista Noel Redding y el baterista Mitch Mitchell. La separación final se daría a principios de 1969, debido a las peleas que Hendrix tenía con Redding, en parte debido al creciente interés del primero por trabajar con otros músicos para improvisar hasta llegar a niveles musicales insospechados. Evidentemente y como cualquiera que empieze a ser reconocido como un grande de la historia, el egocentrismo acaba adueñándose de la mente.

“And The Gods Made Love” inicia la obra a modo de pequeño corte instrumental, con contenido mitológico, realizado a partir de efectos sonoros, ruidos y feedbacks. “Have You Ever Been (To Electric Ladyland)” empieza fuerte, muy buena melodía, gran riff de guitarra de Hendrix que queda algo oculto por las demás capas de guitarras, el bajo muy bien ejecutado por parte de Redding y la batería es el único problema que he encontrado en este tema, por momentos llega a ser algo caótico, y necesita varias escuchas para captar todos los matices que encierra. Difícil de escuchar de pasada o de buenas a primeras, pero con el tiempo se le coge el gusto rápido. Con la frénetica “Crosstown Traffic”, corte muy común en ciertas cintas de Martin Scorsese, la banda nos ofrece uno de los mayores clásicos de su carrera, muy bueno he de admitirlo, lo mejor los versos por la voz de Jimi y el sonido que resuena por toda la canción.

Ahora llega uno de los momentos más grandes que ha hecho este tío, aquí el álbum ya pasa a coger una calidad increíble para presentar uno de los blues por excelencia de Jimi Hendrix. “Voodoo Chile” es una espectacular improvisación de 15 minutos con la inclusión de Stevie Winwood de Traffic en el órgano y la del bajista de Jefferson Airplane, Jack Cassidy. La canción grabada en directo es una de las joyas que hace grande a este “Electric Ladyland”. Impresionante, Jimi Hendrix en su máxima expresión. Comienza coqueteando con el blues para evolucionar hacia el rock, de la misma forma que se produjo la creación y evolución del rock. Detenerme en cada detalle de la canción llevaría demasiado tiempo, solo debo recomendar que se escuche, con paciencia, sin pensar que es un tema de un cuarto de hora puede resultar cansino o aburrido. Mente en blanco.

Evidentemente Jimi Hendrix no era un ángel, aunque muchos lo crean. Muchas fueron sus ausencias en los ensayos y claro Noel Redding y Mitch Mitchell no se quedarían de brazos cruzados. De una de estas ausencias salió “Little Miss Strange”, un tema compuesto y cantado por el bajista de la banda, y que más tarde la zurda de Seattle lo maquillo definitivamente con su guitarra. Suena simple pero no desentona con el resto del disco.

El siguiente tema es »Long Hot Summer Night», un tema que constituía otro gran momento de Hendrix con sus típicos guitarrazos. “Come On” realiza un buen cover de Earl King y es quecada vez que Hendrix versionaba una canción, la mejora, y no solo eso, si no que en muchas ocasiones introducía buenas canciones poco conocidas entre las masas. “Gypsy Eye” es un imponente corte de claro sonido Hendrix, en el que el guitarrista insinúa lo que sería su labor posterior en la Band of Gypsys (junto a Billy Cox y Buddy Miles). Ofrece cosas nuevas con la guitarra aquí, dejando claro que la originalidad no se limitaba a su primera producción.

La impresionante psicodelia del de Seattle saltaría a escena con la brillante “Burning Of The Midnight Lamp”. Generando una atmósfera musical única, con esta canción si la escuchas, se hace difícil poder creer que semejante canción haya podido ser grabada hace más de cuarenta años. Hendrix se daba el gustazo de tocarla, sin inconvenientes, en vivo, mientras que otros artistas se escapaban de los escenarios por no poder reproducir en sus conciertos las obras mas complejas en sus discos de estudio. Cosas como estas hicieron grande a este tío. El corte es otra de las razones para pensar que este tipo era un extraterrestre. Hendrix había deslumbrado a todo el mundo, desde el primer día en que aterrizó en Londres, la capital indiscutida del rock en los 60. Toda la primera división de los músicos ingleses lo admiraba. Personajes como Paul Mc Cartney, Eric Clapton, Brian Jones, Jeff Beck o Pete Townsend lo elogiaban sin parar. Otros, como Jagger, envidiaban su carisma y sensualidad escénica. Nadie daba crédito a lo que veía. Sin lugar a dudas, Hendrix fue el primer negro pop. Eclipsó a gran parte de la escena musical de aquella época, ganándole a los blancos en su propio terreno. Nadie entendía nada…

“Rainy Day, Dream Away” es por así decirlo, la idea conceptual de “Electric Ladyland”. Mientras que “1983… (A Merman I Should Turn To Be)” profundiza en una letra que nos sumerge en una fantasía que tiene lugar en el fondo del mar. Jimi sueña con que es un tritón (una criatura mitad hombre, mitad pez). Una fantástica historia en una ciudad perdida de la Atlántida, Hendrix dio forma a su idea acerca de hacer música “bajo el agua”, de sonar como si estuviera sumergido. Poco después de grabar este disco, comenzaría la instalación de su propio estudio de grabación llamado Electric Lady, un estudio que le costó un dineral y que poco después de su inauguración el guitarrista falleciera.

Ruidos de campanas acuáticas, marítimas y terrestres, suena “Moon, Turn the Tides…. Gently Gently Away”. Mientras dichas campanas suenan, el guitarrista va despertando de su fantasía onírica, se trata de otro experimento, tratando de comprobar los límites de su instrumento. Resulta muy agradable para el oído si se escucha con la mentalidad adecuada La canción que redondea esta parte conceptual del disco es “Still Raining, Still Dreaming”, una fusión con clara reminiscencia al jazz, nueva exhibición guitarrística por parte de Hendrix.

 Con “House Burning Down”, el maestro realiza experimentos variados con el ritmo, nos hace llenar la habitación de energía, buenos efectos en la voz de Hendrix, buen bajo y buena guitarra. Me gusta mucho este tema. A continuación llega el otro gran cover del disco y el mejor de Hendrix. “All Along The Watchtower” era y es un tema de Bob Dylan hasta que Hendrix se lo apropió con esta versión en donde realiza uno de los solos de guitarra más espectaculares de la historia del rock. Es una de las canciones más conocidas de Hendrix, incluso el propio Dylan llegó a decir en una ocasión que la visión que Hendrix tenía para “All Along The Watchtower” superaba a la suya propia. Impresionante cover, uno casi puede sentir que el tema es de Hendrix y que no está versionando a nadie. Buena guitarra, buena batería, muy buen bajo, este cover lo tiene todo.

Cierra el disco lo más grande que ha parido Jimi Hendrix. “Voodoo Child” es mi tema favorito de él. El simple hecho de escucharla es ponérmelo todo de punta y adentrarme en ella, sus letras hablan de las antiguas tradiciones que había hacia los rituales de la hechicería, por no hablar de que contiene uno de los riffs de guitarra más famosos del universo. ¿Existirá algún fanático del rock que no conozca los primeros compases de esta canción? Difícil… Tampoco iba a ser fácil de olvidar aquella famosa portada de la edición británica de “Electric Ladyland” que traía una imagen repleta de mujeres desnudas, varias de las cuales aceptaron a posar creyendo que iban a conocer en persona al astro de la guitarra. Una portada que Jimi odió y que puso colorado a más de un alma puritana por aquellos días, en los cuales aun se creía que los discos de rock podían ser revulsivas obras de arte. A continuación dejó un video del Royal Albert Hall de Londres lleno hasta la bandera, un concierto que Jimi dió en Febrero de 1969, en medio de un éxtasis visual que el renacentista del rock ofreció dando todo un espectáculo que hacen que le vídeo sean palabras mayores. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero este vídeo hace que el maestro sea eterno…

Las críticas lo describen como el mejor álbum del mejor guitarrista, no estoy de acuerdo con esto. El álbum capta mejor la esencia musical de Jimi Hendrix que sus dos álbumes anteriores publicados con The Jimi Hendrix Experience, aunque le costó la dimisión de su productor Chas Chandler y a la postre, la disolución del grupo. Las sesiones de grabación al parecer fueron caóticas, el estudio se llenaba de músicos y fans de la banda (De ahí que el álbum tenga un montón de colaboraciones: Fred Smith, Brian Jones, Al Kooper, Steve Winwood… Y la lista sigue y sigue). Además la relación entre Hendrix y el bajista del grupo, Noel Redding, se iba deteriorando, el guitarrista grababa numerosas veces una sola canción, creando a veces decenas de versiones del mismo tema, lo que iba en contra de la rutina de trabajo de Redding, acostumbrado a grabar su parte rápidamente y no matarse mucho más la cabeza, y en muchas ocasiones, tras una disputa entre ambos, Hendrix aprovechaba las ausencias de Redding para grabar las partes del bajo. Pero todos estos problemas no impidieron la creación de una gran álbum, el único del grupo que llegó al número 1, siendo publicado por MCA Records y producido por el propio Hendrix. Desde mi humilde opinión creo que no es el mejor disco de ellos pero si donde se ve su madurez musical, alcanzando su punto más pronunciado y ambicioso en su instrumentación. Una impresionante bacanal de sonidos blues y rock con su gran base psicodélica.

The Jimi Hendrix Experience – Electric Ladyland
MCA Records 1968
Tracklist:
 
Disco 1:
 
01 And The Gods Made Love
02 Have You Ever Been (To Electric Ladyland)
03 Crosstown Traffic
04 Voodoo Chile
05 Little Miss Strange
06 Long Hot Summer Night
07 Come On
08 Gypsy Eye
09 Burning Of The Midnight Lamp
 
Disco 2:
 
01 Rainy Day, Dream Away
02 1983… (A Merman I Should Turn To Be)
03 Moon, Turn The Tides… Gently Gently Away
04 Still Raining, Still Dreaming
05 House Burning Down
06 All Along The Wachtower
07 Voodoo Child
 
 
 
Facebook Twitter Plusone
Visited 373 times, 1 visit(s) today

 

Banner La Habitación 235

 

3 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *