Red Fang – «Whales And Leeches» (2013)
Después de dos soberanos discos como fueron su homónimo álbum debut y el posterior “Murder The Mountains”, la pregunta que se hacían todos los seguidores de una banda como Red Fang, es si era posible continuar esa línea tan fuerte y pegadiza que dejaba la banda al salir de un estudio, o por el contrario si caería en la monotonía de cientos de bandas.
Reconozco que “Murder The Mountains” ha sido uno de los lanzamientos más poderosos de la última década, sus ventas están ahí. Por increíble que parezca “Whales And Leeches” continúa la exitosa senda que ha dejado este atajo de birreros.
Mientras su anterior disco tenía cierta esencia punk en sus venas, su nuevo “Whales And Leeches” es más afilado y más progresivo. Sin duda la fiel imagen de que el trabajo duro y la buena cerveza son elementos de gran combinación cuando se mezclan correctamente.
Con gran cantidad de himnos que se preparan para ser recordados en sus próximos directos, el nuevo trabajo de Red Fang, muestra lo fuertes que son el cuarteto norteamericano a la hora de la brillante composición en las canciones. Es uno de los puntos más destacables de su nuevo “Whales And Leeches”.
La base instrumental de la banda ha llegado a ser una fuerza absoluta a tener muy en cuenta. Los constantes cambios de voz del cantante Bryan Giles dan paso al rol tan esencial que tiene cada componente en la banda, solo que en “Whales And Leeches” es más amplificado, más multiplicado…
Su disco podría destilar el sonido de un hard rock grave o pesado, el bajo de Aaron Beam juega aquí a un nivel superior nunca antes visto. Sincronizado a la perfección con la percusión descargada por John Sherman.
Destaco también la cantidad de canciones pegadizas que tiene el álbum. Que será un superventas estoy seguro, es un álbum de puro directo, hecho para el puro deleite de sus seguidores. Un hit tan bueno y tan redondo como “Crows In Swine”, suena de lo más aterrador. Como todo un estruendo, el tema en sí actúa de rodillo auténtico, uno de los grandes ganchos del disco.
“Blood Like Cream” es la prueba irrefutable del paso de gigante que ha dado estos Red Fang. Auténtica carne de cañón para sus futuros mosh en los directos, es otro de los pilares del disco. Ampolla tus tímpanos durante sus tres minutos y medio. Escuchar un tema como este en su más que fulminantes directos tiene que ser bestial.
Si nos ponemos desde el inicio del álbum veremos que en “DOEN” nos devuelven desde sus primeros compases de trabajo el sonido que bien caracteriza a estos Red Fang, rápido y contundente. Feroces riffs que no dan tregua un solo minuto hacen un comienzo de lo más sólido para el disco.
Tanto “Blood Like Cream” como “No Hope” son temas de puro directo. Rápidos, concisos y cañeros. Más orientado en un sonido punk con ciertas melodías de trasfondo y coros típicos de memorizar para gritarlos en sus conciertos. Puro Red Fang.
“Voice Of The Dead” suena a puro relleno del disco, no le veo que marque la pauta de las demás. Tanto este tema como su continuación “Behind The Light”, bajan levemente el ritmo pero que se caracteriza por esos riffs carnívoros que mantiene el segundo tema en cuestión.
“Dawn Rising” es la sorpresa del disco y de toda la carrera en la discografía de Red Fang. Como un titán levanta su puño como una de las que suena con más fuerza en el disco. Más de siete minutos que desprende un aroma sabbathiano. Varios estados de ánimo que contiene el corte y una introducción de lo más oscura que da paso a sus cinco minutos finales de puro headbanging. Gran corte, sumamente pesado en la ranura de un sludge más poderoso.
Siguiendo en el camino de temas algo más largos, “Failure” recoge el testigo de su predecesora. Melodías más épicas la convierten en una de las favoritas del disco. Las voces aquí tienen su mejor aportación en todo el álbum. Con “1516” nos remontamos a los primeros Mastodon, mientras que “This Animal” parece otro relleno del disco que no deja esa sensación de elegancia que tenían sus anteriores, pero sí que se orienta a las últimas canciones que nos dejaban los norteamericanos en su homónimo debut.
El álbum se cierra con la canción “Every Little Twist”. Muy en la onda de Queens Of The Stone Age, la banda se despide en un ambiente más cálido, más agradable y más relajado. Correcto final.
“Whales And Leeches” es una colección de diversas canciones, técnicamente competentes. Tampoco vayan a esperar ninguna hazaña de dominio instrumental aquí, los que hayan escuchado Red Fang anteriormente, sabrán que estos tipos no se andan con florituras y que su música es directa y pegadiza. Canciones cortas que dan a primeras de cambio lo que el público quiere.
No es superior a sus predecesores pero sí que continúa la senda marcada por estos Red Fang. Rock cervecero para adictos a los grandes directos tan masivos como destructivos. Los norteamericanos han vuelto en buen estado de forma y nos regalan otro de esos grandes discos para calentar aún más este otoño.