“Acid Universe”, el exuberante oasis de El Supremo
Un trabajo como “Acid Universe” era una de las especiales atracciones que tenía fijado para estos días. Devorarlo en ideas y exponer mis emociones a las masas en este cruce que bien pasa por lo mejor de la vieja escuela, sin dejar de lado esas irrupciones al rock más pesado, el blues y siempre desde la perspectiva instrumental.
Ya saben lo interesante que siempre me resultan este tipo de productos. La cosa gana puntos cuando sabemos que El Supremo, que un día partió como one-man band con Chad Heille como fundador, ahora viene renovado en ideas y en alineación para colorear este nuevo “Acid Universe”, ahora bajo el registro de Argonauta Records, como una de las grandes bazas del roster italiano.
Siendo un proyecto que comparte miembros con la banda Egypt, ha sido el parón de ésta la que ha propiciado la vuelta a la actividad de El Supremo, un vínculo establecido entre el órgano y las serpenteantes guitarras bajo la constancia de su sección rítmica en todo momento.
Básicamente este es el guion establecido en todo “Acid Universe” pero por su sonido y su definición, es un disco de categoría instrumental diferente al resto, fresco en su marca, atractivo en sus muchos matices. Y es que la llegada de Neal Stein (guitarra) y Chris Gould (teclados), hacen el especial filón de “Acid Universe” en sus papeles de protagonistas principales. A su lado el bajista Cameron Dewald y el mencionado fundador Chad Heille a los parches, asientan las bases de esta versión próspera de El Supremo.
Un disco caracterizado por su solidez efectista, mostrando esas largas edificaciones que se inician desde un principio, y se van construyendo capa por capa en todo un ejercicio de jam session a la larga, totalmente fascinante. Ejercicios como “White Hot Fever Dream” en uno de esos tracks abiertos a nuevos horizontes de la banda. Ese final de marca Mastodon es una de las culminaciones del álbum y todo un modelo para ver los largos desarrollos de los músicos de Fargo en sus composiciones.
Más clásico en este caso son los primeros compases de “Acid Universe”, poniendo de manifiesto su devoción por el marco setentero en “The Ghost Of…” y esa senda de exquisito blues orquestada tanto por Neal como por Chris. Más dinámica y cubierta de cambios de ritmo vendría a ser “261 To Lisbon”, uno de esos crecimientos a remarcar en “Acid Universe”, cerrando maravillosamente con esta canción principal que se induce de lleno en ese halo de psicodelia basando sus principios en el título del mismo disco.
“Acid Universe” es un oasis fascinante dónde relajarse en muchos aspectos a través de la simbiosis de elementos que recubre toda su atmosfera. Este es el típico disco que yo elijo para un largo viaje en carretera durante la noche. Esa mezcla entre la exuberancia del blues setentero es la temática principal de este jueves, previo a nuestro DISCO DE LA SEMANA, y las sinfonías penetrantes del Hammond para dejar toda una alegoría subliminal como claro referente de este primer semestre.
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