“El Regne”, alegoría al fantástico mundo de Udol
Parece que los regresos que se han hecho esperar, son la tónica de este miércoles, y es que si con los austríacos hablamos de un retorno de 6 años de espera, la vuelta de Udol es calcada tras haber presentado en su día un reino mágico como era “157 Lliures i 17 Salaris” (reseña aquí).
Doom de auténtica maquinaria pesada y cierto carácter épico en su interior. El dúo de Caldas de Montbui vuelve con su nuevo “El Regne”, lanzado a principios de este mes y haciendo valía de que a veces un dúo puede valer por una banda de 6 componentes a la hora de sacarle todo el jugo a su sonido.
El nuevo álbum constituye un acto salvaje dentro de un experimentalismo que sigue adueñándose de esas historias que expanden nuevamente el sonido de estas moles, bien armadas para la ocasión y llevando el sonido de Udol mucho más allá, con las distribuciones en cadena para la ocasión por parte de sellos como Nafra Records, No Men Records, Error!Music y CKUD.
A partir de aquí volvemos a abrirnos a reinado de doom psicodélico que expresa su propio título, como ese nuevo despertar que nos vuelve a envolver en los riffs más oscuros por parte de Roque y su largo abanico de prestaciones (así lo dicen el arsenal de pedales que gasta en su directo), consiguiendo que ese sonido masificado obtenga las mismas sensaciones que transmite la propia historia de “El Regne”.
Un largo despliegue seguido al buen trote rítmico con las voces de Adriá que se considera prácticamente director de esta orquesta del sonido pesado, cantando con mimo una armoniosa penumbra que se hace acompañante de esa brisa atmosférica de “El Regne”.
Cuidadosamente en sus muchos elementos, el despliegue de fuzz está ahí, hace llevarnos por ese magnetismo hipnótico del álbum con muchos interludios que le den esa personalidad a la música de los catalanes. Siempre llenándose de esas afinaciones bajas de sus descargas que acaban desafiando las leyes del sonido, ante la crudeza de sus riffs que al final nos acaban entregándonos a la prosa de Udol.
Eso sí, la banda vuelve a examinarse en su esquemática, y esto es lo que hace ganar puntos a “El Regne”. Los momentos de “Destí Fatal” son sinfonía cálida para los oídos de los presentes, conexiones que nos llevan a los instantes de “Ombres” y esos tiempos lentos de arrastre tectónico, tan singulares en las posteriores descargas del dúo.
Hay una conexión clásica en “El Regne”, es algo innegable al escucharlo. “El Pacte” muestra la capacidad de la banda, a veces un tanto camaleónica, otras mucho más desafiante de ver de que pasta están hechos. El riff es dominante, y ejerce como el gran soberano de estas tierras de “El Regne”. Son muchas las partes en que el machaqueo es constante, y eso hace crecer ese factor psicodélico en auténtico estado de trance. El caso de “L’incendi”, explota como un nuevo asalto a ese reino que plasma su historia. Sus pasajes ambientales por momentos coquetean con las cepas del drone, y en ese mar de agitaciones emocionales, es dónde Udol demuestra ese poderío que acaba conquistando definitivamente sus bastos campos al doom más épico y sus fábulas de fantasía. Todo un conglomerado de ideas que fusionan la magia de esta nueva parábola de Udol.
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