Rancho Bizzarro – “Four Dead Men” (2023)
Desert Rock / Instrumental
Bajo el noble arte de sus hermanos mayores, las enseñanzas de la vieja escuela están a bordo de la música de Rancho Bizzarro, uno de esos combos italianos provenientes del cielo de Livorno, del que tuvimos el plácido encuentro de descubrir su mejor senda al desert rock instrumental en su anterior “Possessed By Rancho” (reseña aquí).
Precisamente a las puertas de la pandemia, Rancho Bizzarro mostró las entradas de su radiante desierto antes de caer en la propia enfermedad del planeta. Desde entonces se ha convertido en una de las bandas predilectas de mi reproductor, si mi intención no es otra de adentrarme en esas viejas costumbres que grandes clásicos de los 90 escribirían los mejores vestigios de esto que llamamos desert rock.
Precisamente, un servidor aquí presente etiquetaría su música más propia de unos stoners de recreo, y ahora con el nuevo “Four Dead Men” más coincido con mis palabras en medio de estas jam sessions que han gestado los italianos en los Green Fog Studio bajo la supervisión de Mattia Cominotto. En dichos estudios otras bandas vecinas como Isaak o Mud Spencer han dejado sus huellas, ahora es el turno de que Rancho Bizzarro tome la palabra.
Es verdad que hay cierta connotación psicodélica como condimento común en esto del rock del desierto. Ciertamente Rancho Bizzarro sabe ceñirse bien al guion a la hora de crear los cañonazos perpetrados en su nuevo “Four Dead Men”, en lo que vienen siendo unos 30 minutos de stoner a la vieja usanza, sin que eches en falta la presencia de voces.
Bajo una rítmica que implora los grandes momentos vividos dentro de este estamento genérico que siempre nos rodea como estilo en común del que siempre nos regocijamos a diario, los crujientes riffs se multiplican bajo la línea creativa de Rancho Bizzarro, ácida desde los minutos de “Space Guru (Feat. Dome La Muerte)”, o simplemente llevando ese grosor fuzz en “Meteor Blast”, dónde su pegada rápidamente nos posiciona en el universo Nebula más clásico.
Igualmente el impulso de la banda es constante, si vemos como se extenúan esos solos magnéticos en “Tumbleweed”, nos columpiamos en esa cadena de stoner hipnótico, haciendo volver nuestros recuerdos a los grandes momentos del pasado, pero también refrescando los días del presente. “Mexican Standoff” por su parte, conlleva un equilibrio magnífico por los derroteros de ese heavy psych, hasta entrar en esa mantra onírica que es su cierre con “Green Jam”, vibrando bajo el magnífico desarrollo de los italianos metidos hasta el tuétano dentro de sus funciones.
Parece que los lanzamientos de Rancho Bizzarro, están expuestos a rondar esos 30 minutos de plena exposición al heavy psych instrumental de carácter desértico. Luego mirarán a cual ponerle la etiqueta de EP, desde luego para mí, es un detalle que solo puede distinguirse en las listas de final de año a la hora de ponerlas en una categoría u otra. La realidad es que la música de Rancho Bizzarro realmente nos lleva a ese desierto añorado dónde su ecosistema nos abraza de tal manera que hacen de este nuevo “Four Dead Men”, un nuevo encuentro para el seguidor del stoner más tradicional.
El nuevo álbum vuelve a poner en liza las estratagemas del cuarteto, llevando al oyente a inmiscuirse en un disco que enamora desde su primera escucha y que sabe dar al público realmente lo que quiere si nos ceñimos a las premisas aquí expuestas. La vuelta de Rancho Bizzarro conserva todo ese entusiasmo a los días originales del género, y a partir de aquí se abre el mayor filón para sucumbir a todo el decorado de este genial “Four Dead Men”.
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