“Paleolithic War Crimes”, explorando lo inexplorado en la vuelta de Saint Karloff
En otro de esos ejemplos valerosos de como prosperar en una marca siempre compleja pero efusiva y con muchos años de historias en las mejores líneas del heavy psych, un combo como el de los noruegos Saint Karloff ha llevado siempre esa tangente ascendente que consiguió una de las rúbricas de su carrera con su último “Interstellar Voodoo” (reseña aquí) en el año 2019.
Aquí no queda la cosa, y es que más allá de aquel “All Heed The Black God” con el que se estrenaron en el 2018, los de Oslo de una manera u otra siempre han hecho que cada una de sus novedades se siga con especial interés por esa comunidad psicodélica del planeta. Por eso la llegada de “Paleolithic War Crimes”, sucede a esa mencionada jam sesssion cósmica que nos brindaron hace unos años con una marca de más de 40 minutos distribuida en un fascinante acto de espontaneidad musical. Con esto me refiero a que esa naturaleza setentera de carácter improvisado la tienen Mads Melvold como los suyos y con el nuevo álbum, parezca dar un pequeño giro a sus orígenes de marcas más estándar.
Esto no quita que el homenaje al que fuera su bajista y fundador Ole “Karloff” Sletner, tristemente desaparecido el pasado 2021, está ahí, y con ello lleva a la búsqueda de nuevos territorios deshabitados por parte de la banda, por lo que en cierta manera, algunas opiniones dispares en las críticas podrían hacer acto de presencia.
En cualquier caso, Saint Karloff se empapa de muchas influencias en el nuevo “Paleolithic War Crimes”, desde ese trote tejano al más puro estilo ZZ Top en “Blood Meridian”, hasta cargarnos de esa oda al heavy psych con la colección de riffs en bucle de su abridora “Psychedelic Man”. Un tema que por su definición me recuerda en cierto aspecto y desarrollo a la mítica “Gettin’ Old” de The Atomic Bitchwax.
En su cúmulo de contrastes se agarra mucho la nueva aventura de los nórdicos, y es que sin una baza tan importante como la de Ole, saben abrirse caminos a pasajes debatidos entre el progresivo o el folk como la estupenda “Nothing To Come”. Aquí también dispone de una antesala como es “Bone Cave Escape”, este es el segundo single de “Paleolithic War Crimes” y más allá de sus contextos alternativos, conlleva a un final de bella factura conectado bajo esos ámbitos de dulce acústica. También es verdad que esto inicia una corriente que conecta y mucho con las brisas más sureñas en el segundo segmento del álbum, añadiendo toda esa experimentación de Saint Karloff en sus muchas ecuaciones, definido finalmente con esa estampa floydiana que es su cierre “Supralux Voyager”.
Saint Karloff vuelve con esa mecánica compleja al heavy psych progresivo, facturando un disco que contiene momentos culminantes en la carrera de los noruegos, más allá de sumarse a esa experimentación en ciertos tramos de “Paleolithic War Crimes” que va explorando lo inexplorado. Igualmente, es un nuevo triunfo de los noruegos en esta nueva etapa que ve a este disco como un punto de inflexión a su carrera, y una puerta hacía la prosperidad de su sonido.
Big Cartel Majestic Mountain Records
