“La Rendición Del Hombre”, una vía de escape para Ararat
El maestro Chotsourian vuelve por sus fueros, y ahonda aún más dentro de la llama del experimentalismo, entrando de lleno en un nuevo capítulo de uno de sus proyectos más veteranos, Ararat.
Muchos capítulos hemos reseñado en la historia de esta banda. En su camino han pasado algunos de los músicos más reconocidos del sector underground argentino, y desde entonces y siempre bajo esa visión surrealista de un Sergio Chotsourian, curtido en mil batallas, con el recuerdo permanente de su gesta internacional con Los Natas para muchos en plena reproducción del género desértico, la banda poco a poco ha ido explorando cada vez más y más dentro de su programa multifuncional.
En este aspecto, nada mejor que “La Rendición Del Hombre”, va un paso más allá en las diversas ideas de Chotsourian, dejando de lado su faceta más eléctrica, los riffs arenosos y entrando de lleno en un plano fúnebre, dónde los instrumentos de cuerda (guitarra, bajo y violín), sintetizadores y la nostálgica voz de Sergio, se erigen como únicos protagonistas de este nuevo episodio de Ararat.
A su lado, el también regentor de otras formaciones como Soldati, Solodolor y discográficas como Oui Oui Records y su más reciente hallazgo para el escaparate de muchas bandas en South American Sludge Records, la unión de ideas y conceptos con el violinista Federico Terranova, nos mete en esas 4 nuevas mantras para conformar este nuevo material de estudio que es “La Rendición Del Hombre”.
Basado en un anclaje donde pistas como “Eleven” o “Twelve” se posicionan como los pilares del mismo, adoptando ese drone común en un proyecto como este, recordando por muchos momentos a discos como “Música De La Resistencia” o incluso “II” en sus compases finales. Igualmente, y en mi humilde opinión, creo que Sergio ve en un proyecto como Ararat un estilo que se compone por ciclos, toda una vía de escapismo. Es sin duda su proyecto más experimental, y en base a esto, aquí es donde se encuentra su patio de recreo para emerger en nuevas ideas.
La faceta de Federico Terranova es perfecta para el encuadre de “La Rendición Del Hombre”, no solo para esa canción principal que cierra este nuevo álbum, con un violín que devuelve lagrimas en su melancólica sinfonía, es también en minutos puramente arábigos los que hace de “Zuma Fadjat”, probarse en nuevas corrientes dentro de las complejas estructuras de Ararat.
Apenas un año después de entregarnos uno de los regresos más esperados el pasado año con su “Volumen 4” (reseña aquí), la senda del Chotsourian más navegador vuelve a dejarnos otra de esas obras de sumo empirismo. Reflexiones desde las entrañas del Buenos Aires más profundo como vuelta de Ararat con “La Rendición Del Hombre”. Planos prácticamente que merodean con el folk oscuro y la aflictiva visión de un artista entregado a su causa.
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