“Shrine Of The Orange Sunn”, una nueva perspectiva con Eight Foot Manchild
¿Quién dice que el stoner no puede tener sus muchas vueltas de hoja? En este puñetero mundo sonoro en el que nuestro umbral psicodélico es testigo cada semana de llevarse una nueva sorpresa, el último EP de estos músicos llamados Eight Foot Manchild puede sorprender a propios y extraños.
Ellos vienen de Medford, en algún lugar de Massachussets, y aunque la semana pasada sacaron un nuevo single titulado “Queen Of Naps”, es con su último corto con el que nos vamos a topar hoy para descubrir un poco más al quinteto del este norteamericano.
La banda es reciente, de hecho, el proyecto lleva poco más de un año y en base a su política de tirar de esos cuernos funk, y prestar la primicia de su exposición sonora a elementos destacables como el trombón, la tuba o el saxo, unidos al resto de su instrumentación, hacen de su peculiar e inclasificable estilo, algo muy aventurero para disfrutar y con ese elemento sorpresa para recrear la genialidad de este nuevo “Shrine Of The Orange Sunn”.
Este es el segundo EP de una banda que en poco más de un año parece que no paran de liberar hasta el más mínimo detalle de todo lo que fabrican en su búnker de operaciones. Con esto nos dan a entender que el debut larga duración, a este paso, no debería de tardar mucho en llegar. La tarea de los norteamericanos es una constante invadida de contrastes.
Con la imposibilidad de encontrarle la etiqueta adecuada el crossover de estilos está presente. Ellos lo auto-denominan como doombrass. A partir de aquí podemos poner a los Clutch más raros sobre la mesa o las mejores inquietudes de Faith No More, como diversidad de matices. Sorprende y mucho llevando su pesadez al mismo punto que su diversión.
Evidentemente, desde este último punto dónde destacar su inclinación más amena, hay que acentuar su corriente progresiva, valerosa de llevar esos vestigios Zappa en muchos momentos del EP, como una clara evolución si entramos en comparativa con su homónimo predecesor.
No hay destripe para este entramado de fuzz sorpresivo con una sátira que va más allá del apocalipsis que aquí se presenta y esa fusión de instrumentos de viento, como la gran premisa de unos Eight Foot Manchild para tener muy en cuenta de ahora en adelante.
