“Endling”, la constante demoledora de Kvelertak
Poco a poco el verano se va desvaneciendo y eso para mi gusto es de lo más alentador. Soy más de días grises, de frío y de lluvia y lo soy aún más cuando la compañía musical es grata. Por ejemplo, un referente podría ser el que llegue en el día de hoy como primera de las seis novedades a entrar esta semana en nuestro umbral psicodélico y no es otra que un nuevo revulsivo de Kvelertak, dando otro puñetazo sobre la mesa del por qué son una de las bandas de metal más en formas y creativas de los últimos tiempos.
Ni siquiera los cambios de alineación han torpedeado los planes musicales del sexteto de Stavanger, ni mucho menos trastocado un sonido infranqueable que por momentos, recuerda a las grandes épocas de la banda, sobre todo encapsulados en los dos primeros trabajos.
Los noruegos, con más de 15 años en carretera, siguen su curso con el nuevo y quinto asalto titulado “Endling”. Uno de esos trabajos que ya anunciamos de su llegada el pasado mes de Abril, y sin duda vuelve a resultar como un nuevo disco de alto octanaje, creando esa fusión entre el metal de la vieja escuela y sus coqueteos con el black noruego de sus antepasados y el carácter punk que siempre denota una formación como Kvelertak.
La misma se pondera de llevar esa magia estilizada de sus tres guitarristas y darnos en todo el transcurso de “Endling”, un resumen perfecto de toda la carrera de la banda. Todo ello empapado de gloriosos actos como ese inicio titulado “Krøterveg Te Helvete”. Feroz, en la línea de los Kvelertak de “Meir” (reseña aquí), llevando esa intensidad crepitante que acaba explotando en su gran crecimiento instrumental.
Precisamente, desde esta parte sobre la instrumentación, a Kvelertak se le puede ver en el nuevo “Endling” con penetraciones en el piano o incluso del sintetizador. Diversas variantes que añadir a sus experimentaciones pero siempre bajo un respeto autoritario hacia sus principios sonoros, que como dije anteriormente, siguen siendo inflexibles.
También hay que añadir la aportación del vocalista Ivar Nikolaisen, exultante en muchos aspectos y manejando con la buena química del resto de la banda, conformando esa dualidad en las voces y llevando a sus Kvelertak por melodías más ochenteras como en “Skoggangr”.
La vorágine de la banda nos lleva a una incursión prácticamente operística hacía el metal más incendiario. Incluso en su cruzada de estilos, y esos careos a la vieja escuela del black metal en “Fedrekult”, sumándole esa pegada mostrada en temas imperiales como “Døgeniktens Kvad” o ese carácter al heavy metal de la vieja guardia en “Likvoke”, siguen echando más recursos a sus muchas peripecias. Actitud más macarra y más en su línea familiar en “Motsols”. La canción principal del disco es uno de sus giros de tuerca pecando un poco de cierta experimentación y añadiendo aún más melodía a la ecuación. Sin embargo la parte final parece hacer irrupción a su álbum debut en muchos aspectos, completando así un círculo magnífico en este “Endling” con destacamentos como “Paranoid 297”, o ese cierre titulado “Morild”, ampliando nuevos horizontes dentro de esa huella heavy metal contemporánea de Kvelertak.
A diferencia de su último “Splid”, Kvelertak mete la directa en el nuevo “Endling”. Un disco mucho más salvaje con sabor a sus orígenes más primitivos. Aun así, la banda sigue sondeando nuevos horizontes en este quinto trabajo de estudio, haciendo del mismo uno de sus registros más completos hasta la fecha.
Un pasaje cargado de emociones que sigue llevando esa constante demoledora de la banda…
