La Chinga – “Primal Forces” (2023)
Psychedelic / Hard Rock
Entre una semana cargada de discos importantes para un servidor, podemos darnos una pequeña batida entre las densidades de Dopelord o Morag Tong, el onirismo al drone ambiental de Carlton Melton, la factura garantizada de The Heavy Minds, las excentricidades psicodélicas de Phonocaptors, el impulso prominente de Kadabra o la técnica progresiva de los prometedores Restless Spirit.
Todo un itinerario que dispara en muchas direcciones y que acaba aquí, en nuestro DISCO DE LA SEMANA, el mismo para cerrar el círculo de 5 excitantes jornadas, cargadas de la emocionalidad que siempre disparan los muchos ingredientes de las profundas repisas de “La Habitación 235”, y acabar rendido a esa explosividad del mejor rock’n’roll y de como una banda de garantías, llega para darnos esa mejor ración que necesitamos como gasolina incendiaria para quemar el fin de semana.
En la clásica alineación de power trío y proveniente de los suburbios de Vancouver, los músicos de La Chinga se estrenan por todo lo alto con un sello distinguido como es Ripple Music dentro de un álbum con el título más idóneo; “Primal Forces”.
Esta cuarta entrega de los norteamericanos, celebra de esta manera la década de existencia que La Chinga cumplió el pasado 2022, desatando toda esa fuerza al hard rock más vigoroso y reconocido. El disco se gestó en tiempos de la pandemia y en sus letras se recalcan temas como el amor, el sexo o la muerte. Particularmente, el nuevo “Primal Forces” lleva en su título toda una declaración de intenciones. La balanza de los 70 en su larga fila de exponentes, nos devuelve la versión más estilizada de La Chinga, amparando todos y cada uno de los elementos de lo que muchos consideran como la década esencial del rock en todos sus matices y llevando esa energía setentera hasta los días del presente.
Desde Led Zeppelin, hasta Black Sabbath sin olvidar el heavy metal gestado en Detroit por arquitectos como MC5. Cogiendo de cada palo, “Primal Forces” es un vergel de influencias que se extiende incluso hacía el jardín de los 80 y sin sonar a glam, esas melodías y su ejecución se acaban destapando en pistas como “Electric Eliminator”. A partir de aquí nos abrimos al extenso escaparate de los canadienses, con esa muestra versátil que es “Stars Fall From The Sky”, el equilibrio de contrastes en “Witch’s Heart” o el proto metal de tendencias a las eternas huestes de Birmingham en “The Call”.
Del álbum también se pueden sacar sus inclinaciones al NWOBHM, otro de esos tantos géneros por los que cruza la mirada diversificada de La Chinga, llevando destreza y entusiasmo de la misma mano. Desde mi humilde punto de vista, me quedo con la accesibilidad de este trabajo respecto a sus predecesores, siendo posiblemente también el más pesado de la banda. ¿Esto es posible? Yo diría que “Primal Forces” es una respuesta inmediata y eso se debe a ese énfasis de La Chinga en hacer canciones puramente venenosas.
Una banda del directo con un nuevo “Primal Forces” como regreso triunfal, porque al fin y al cabo, este disco vuelve a conectarnos con ese puente hacía los 70, hermanando sonidos y recuerdos que aquí se alzan hasta dónde no alcanza la vista.
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