“Second Coming, Second Crucifixion”, la faceta más expresiva de Weird Tales
La expresión del stoner/doom polaco, puede llevarnos a uno de sus mejores prototipos con una banda como es Weird Tales, derrochando un dinamismo que dentro de esa corriente de pesadez, consigue aglutinar olas de distorsión masiva armoniosa, encumbrando una vuelta como es su nuevo “Second Coming, Second Crucifixion”.
Interstellar Smoke Records se embarca para la ocasión en la nueva aventura de los músicos de Varsovia, dotados de ese heavy psych expansivo en su propia naturaleza psicodélica y ese narcotismo expuesto en la descarga de sus riffs más punzantes.
Nuevamente, el desconcertante circo de los polacos vuelve a abrir sus puertas al espectáculo de Weird Tales y ese uso de la sátira contra la decadente sociedad y el odio expresado en sus letras que no sabemos hasta que punto de seriedad deriva.
Hay mucha ironía dentro del cinismo de Weird Tales, esta es una de las bazas con las que el power trío juega con el espectador, haciendo de su aplastante marca algo muy característico. A partir de aquí, rápidamente ponemos en un lado de la balanza la asfixiante atmosfera de Sleep, los riffs difusos de Kyuss, o el humeante y oscuro contorno de Black Sabbath. Tres fuentes esenciales a las que se agarra impetuosamente Weird Tales para sacarle todo el jugo al nuevo “Second Coming, Second Crucifixion”.
La densidad en este nuevo trabajo se hace por muchos momentos pegadiza, incluso las voces limpias a veces nos llevan por derroteros dónde el poder de sus melodías, abrupta contra paredes más alternativas enriqueciendo ese ecosistema de los 90.
Sin duda, uno de los atractivos del registro es la ejecución por su larga cadena de riffs. Hay para repartir, y aunque suene a repetitivo y algo escuchado hasta la saciedad, es una fórmula que solo unos pocos suelen clavar… Vamos a la parte final del álbum y empezando este destripe por su propio desvanecimiento, es donde se obtienen las mejores mutaciones y escapatorias de un sorpresivo “Second Coming, Second Crucifixion”.
Parece que la banda se agarra fuertemente a esos conductores aún más largos para llevar esas prestaciones en su esquemática compleja. Aquí es dónde su estilo dispara en muchas direcciones, poco después de llevarnos por esa combinación en la que la ley del señor riff impera en el avance “Undertaker”, o esos bucles en medio del doom más ejemplar acaban rindiéndose ante sus interminables pasadizos repetitivos y solos reverberantes en “Damned Lovers Of The Swampire”. Columnas de distorsión sónica en el segundo acto de esta quinta canción del disco, llegando a una de las partes más culminantes del disco, dónde la bestia ruge por sus amplificadores.
El mencionado retintín sarcástico puede verse en títulos de canciones como “Dead People’s Shit” o “Krokodil Blues”, partes dónde esa yuxtaposición de ideas acampa en el tramo medio de “Second Coming, Second Crucifixion”, dejando un final próspero con “Acid Lobotomy”, su marca más larga y esos bucles indefinidos que acaban llevando la expresión de la banda a nuevos horizontes de descargas masivas.
La propagación del doom ante otro de sus mejores recursos del país centro-europeo. La vuelta de Weird Tales es para esas masas adoradoras del riff, los bucles infinitos perdidos entre su onirismo sideral y esas paredes sónicas custodiadas por los grandes amplificadores. Los ingredientes de “Second Coming, Second Crucifixion” están ahí, y a esto hay que sumarle la consumación de nuevos elementos, abarcando una de las entregas más explícitas y perturbadoras de los músicos polacos.
Big Cartel Interstellar Smoke Records
