The Obsessed – “Gilded Sorrow” (2024)
Doom Metal
La veteranía del trotamundos “Wino” Weinrich para cerrar este lunes, intentando remontar en cierta manera lo que no se pudo concretar el pasado viernes y con ello vamos al rescate de uno de los productos más esperados de este mes de Febrero, el nuevo álbum de The Obsessed.
Una autonomía del doom a manos de su fundador, el que muchos ven en su figura y en su legado la versión estadounidense del ilustre Lemmy Kilmister. Así es, The Obsessed es uno de los baluartes del sonido pesado, y aunque como proyecto traspasen décadas desde su fundación su discografía no aparenta lo mismo en cuanto a cantidad. En este caso, supongo que “Wino” es un tipo incuestionable en su amplio trabajo en los diferentes proyectos y con sus The Obsessed supongo que prima la calidad que la propia cantidad.
Al menos así lo veo yo cuando escucho un disco como “Gilded Sorrow”, en otro de esos encuentros con el sello Ripple Music el pasado viernes cuando se lanzó en su totalidad. Tal vez el punto negativo del mismo se hace en su brevedad, no se… pienso que es tanta la espera de ver un movimiento de The Obsessed que al final nos acabamos sucumbiendo a ese hype que siempre llevan a la alza las expectativas y siendo más críticos de lo que deberíamos.
Independientemente a esto, “Gilded Sorrow” reclama esa llama clásica del doom bajo sus mejores artesanos, o al menos uno de ellos. Hay temas muy interesantes y momentos en dónde The Obsessed tira de ramalazos más en la onda de los 70 como es “Daughter Of An Echo” o ese himno de batalla que es “It’s Not Ok”. Para mí es un disco que va ganando con las escuchas, teniendo en su parte central los temas más importantes como “Realize A Dream” y ese aire sureño que denota tanto la voz como las guitarras de The Obsessed. La canción principal del álbum nos lleva a un doom mayúsculo, propio de remontarse a los orígenes de la banda. Desde el mismo prisma se puede ver la tradición de la banda en “Stoned Back To The Bomb Age”, una plaga de pesados riffs que contribuyen al honor de esta banda.
Más dinámica es la parte final del álbum en el que habría que destacar el brío de canciones como “Jailine” o esa densidad notoria del oscuro cierre titulado “Yen Sleep”; lento y demoledor.
Es verdad que The Obsessed vuelve a tener ciertos cambios de formación en la banda. Tan solo Brian Constantin sigue desde “Sacred” (reseña aquí). Ahora, esta renovada formación introduce la labor de Chris Angleberger como nuevo bajista y el añadido del guitarrista Jason Taylor. Esto ayuda mucho a que The Obsessed suene con más grandeza que en “Sacred”. La ingesta de ese rugir áspero, nos deja todo un fuera de la ley del doom, un hombre que está por encima de ella y reina entre los más grandes con la veteranía que le precede.
En el nuevo álbum se contrarresta el lado aplastante de su predecesor, por el más elegante y emotivo de “Gilded Sorrow”. Definitivamente, The Obsessed equilibra a la perfección las tecnologías actuales que dan una mejor producción, con las acciones más tradicionales y reconfortantes del doom. Como siempre y después de 7 largos años, la espera ha vuelto a valer la pena, The Obsessed es sinónimo de garantías y el nuevo “Gilded Sorrow” sigue llevando a los panteones del género sus mejores familiaridades sonoras, en un cóctel perfecto para resumir toda la carrera de la banda en menos de 40 minutos.
Sublimes…