Full Tone Generator – “Refuge Of Sinners”; Historias de un rancho inolvidable…
Nuestro umbral psicodélico vuelve a abrirse ante la inmensidad de nuestro páramo más arenoso y confortable para nuestra desconexión sideral. El desierto como enorme escaparate de nuestro stoner nutritivo, capaces de llevarnos a los lugares más recónditos del planeta, explorando más allá de sus muchas atmosferas y hoy, volviendo a hablar de unos chicos muy inspirados por esa música reinante en su estilo en los últimos años del siglo XX, nos guía en su exposición su mejor prosa bajo el proyecto Full Tone Generator.
Los descubrimos el pasado 2018, dentro de nuestro letargo y el standby de una web principal como “La Habitación 235”, que daba parte de ese debut titulado “Valley Of The Universe” a través de las redes, impulsando este proyecto australiano conocido por su origen en ese álbum, su conexión con Brant Bjork como estelar invitado o tiempo después con el mismo Nick Oliveri en el doble single “Without A Sound/ If You Want Me” (ver aquí), lanzado en el ocaso del 2020.
La madre naturaleza del stoner primitivo, a nuestros muchos recuerdos de adolescencia, se viste de gala para recibir este magnífico “Refuge Of Sinners”, como segunda entrega de los australianos, en uno de esos discos que a buen seguro estará entre lo mejor de su categoría cuando finalice el año.
Algo más complejo, mayormente melodioso y unas estructuras que toman mayor profundidad, son las principales premisas para este segundo LP de Full Tone Generator. Esta vez, los australianos han querido llegar al núcleo del planeta desert rock, y que mejor para eso que grabar el nuevo “Refuge Of Sinners” con el bueno de Dave Catching, en un marco tan encomiable e histórico para el género como es el Rancho De La Luna.
También es verdad que el nuevo “Refuge Of Sinners” es el primer trabajo de la banda puro, sin invitados, y ejerciendo las creaciones propias para un cuarteto de Melbourne atrevido para la ocasión, inspirado en sus tareas. De aquí y bajo esos conceptos, solo puede salir oro puro.
En el enriquecimiento de sus muchos tapices sonoros se puede ver en temas como el cierre “Dark Eyes” y ese puente acústico con el que conecta y se desvanece “Refuge Of Sinners”. Implacable en su sonido, de claros matices abiertos a la nostalgia del género y llevando esa panorámica del desierto en pistas como “Juan Carlos”.
Las voces también llevan esa semejanza como mejor conexión en nuestros muchos recuerdos. Las raíces de la tuna desértica siguen extendiéndose con la estupenda “Find Out”, o esas otras energías que canalizan su semblante más explosivo en “Take Me” o “Yeah Hey”.
“Refuge Of Sinners” nos devuelve a esa vitalidad del stoner rock más original en toda su esencia. Usando los elementos y el enclave más deseable, los australianos completan una fábula arenosa que muestra su gran capacidad de crear auténticas travesías oníricas, mientras los riffs y la furia de sus amplificadores, dictan sentencia a nuestros mayores deseos.
Un equilibrio perfecto entre las partes más contundentes y esas arrolladoras armonías que acaban abriendo el alma de un músico de par en par, cuando la noche llega al desierto y presenta las mejores exposiciones de su mítico rancho.
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