MaidaVale – “Sun Dog”; El formato corto de lo experimental…
Seguimos currando duramente en este inicio de mes de Mayo y como un podcast como nuestra última entrega (escuchar aquí), daba parte del largo itinerario que nos espera en este quinto mes del año.
Para el día de hoy, recuperamos la visión de una banda caleidoscópica como MaidaVale, aquella que descubrimos en nuestro letargo del 2018 con un trabajo como “Madness Is Too Pure” y que desde entonces, ha estado en grandes certámenes europeos, explayándose en esa fábula heavy psych formulada en sus composiciones.
“Sun Dog” es el nuevo trabajo de este combo íntegramente femenino desde el norte europeo. También resulta ser el primer trabajo de MaidaVale a través del sello Silver Dagger Records. La expansión sonora no es precisamente una de las prioridades en la música de las suecas, si hemos perpetrado en sus dos obras anteriores y aunque el nuevo “Sun Dog” regresa seis años después, la cohesión y lo compacto de su sonido se reduce a marcas más estándar entre los tres y cuatro minutos.
Su portada rezuma tradición por el género psicodélico. Nada de arreglos, ni jam sessions, ni de improvisaciones… tan solo esa base clásica multicolor que en su día hicieron Jefferson Airplane sin entrar en el cosmos de la psicodelia más experimental, es con el que MaidaVale se siente identificado en un “Sun Dog” anclado perfectamente al sentido de su carrera musical.
Como decíamos, este es el tercer viaje de MaidaVale, un disco en el que a pesar de su escasa longitud, la sofisticación de sus acciones nos aguarda un buen vuelo. Un sentir más popero en cuanto a la psicodelia establecida, ejerce sus instantes más solemnes con pistas como “Vultures”, aires de plenitud en “Daybreak” o llevar esas tendencias más contemporáneas en “Control”.
Desde luego, MaidaVale sabe llenarse de recursos para hacer que el contorno de este nuevo “Sun Dog” nos lleve a su onirismo particular, y la simbiosis formado en esa profundidad corta y superficial (valga la contradicción) para entender el ADN de estas chicas.
Fantástica también son las voces de Mathilda Roth, con esa crítica a la sociedad en muchas partes del álbum y entre los muchos serpenteos que establecen un guion inestable y lleno de giros.
MaidaVale lleva un aire totalmente significativo en sus canciones. No es algo a lo que estemos acostumbrados a escuchar desde duraciones más recortadas pero que por sus ingredientes, sigue siendo igual de placentero de disfrutar. En esta rítmica surfeamos entre sus sutiles variantes, sus muchas oleadas de fuzz y esa emocionalidad de las circunstancias extendidas en “Sun Dog” para convertirlo en un regreso formidable, cargado de mucha inspiración por el pasado y albergando las muchas al alternancias del presente.
Web Oficial Silver Dagger Records