Magmakammer – “Before I Burn”; El lado excéntrico del doom…
La sombra de los Uncle Acid And The Deadbeats más originales levita en toda la inmensa oscuridad recogida en “Before I Burn”, el último álbum y segundo larga duración de los noruegos Magmakammer.
Tras revisar su segundo EP, “Bloody Diamond” (reseña aquí) durante el pasado 2019, justamente un lustro después la alineación de Oslo está de regreso con este nuevo trabajo que vuelve a adoptar ese doom psicodélico de claras tendencias garage rock y mantos ocultistas a esa posición preciada que en muchos aspectos se presentó en uno de los discos de este milenio, “Blood Lust”.
Conductas bajo los estamentos del lofi, se estiran en los estrechos recovecos del nuevo “Before I Burn”. Un disco con una entrada fulminante en la última entrega de Doomcharts, posicionándose ni más ni menos que en el puesto número 4 a las mejores entregas de Julio.
Con cierto retraso, seguimos reestableciendo los discos rezagados después de esas dos semanas infernales que nos ha llevado al cambio de servidor de la web y aunque nuestra intención es buena y constante, son algunos infortunios los que parezcan que no nos dejen llevar un orden de las cosas, o en este caso de los lanzamientos más novedosos, al día.
En fin, Magmakammer está de vuelta y los ingredientes del nuevo “Before I Burn” manifiestan la importancia del doom psicodélico bajo esa regla más propia de los mencionados británicos en su banda sonora funesta.
Tal vez muchos lo consideren de acercamiento a plagio, y tendrían razón no se las voy a negar, la pregunta aquí es, ¿cuántas bandas no se parecen a Black Sabbath? Con esta cuestión de eternas respuestas zanjó el tema y me dispongo a tratar un poco el nuevo retoño de los nórdicos.
La maligna tentación habita bajo nuestros pies y se remueve con el malrollismo que impera en “Before I Burn”. Un álbum que para mí particularmente, va de menos a más soltando ese cúmulo de influencias básicas, pero coros muy venenosos como los de “Apocalypse Babes”, o ese oscuro heavy blues que destaca en “Cult Of Misanthropy”.
He nombrado a Uncle Acid And The Deadbeats y posteriormente a Black Sabbath, porque son precisamente estos últimos los que miran este valle de la muerte y el doom desde lo más alto. Una razón de peso puede ser el corte “Zimbardo”, dónde se hace evidente la influencia de las eternas huestes de Birmingham.
Producido por el bueno de Tony Reed, la devoción por el doom lleva a su álbum más expresivo hasta la fecha con la ambientación que corresponde. Desde esa portada cocinada por los propios Stian (bajista) y Ulrik (voz, guitarra), Magmakammer construye esta epopeya excéntrica del doom y sigue prosperando en la carrera de los noruegos.