La Parade – «Voces Del Exilio» (2014)
Hoy venimos a presentar al proyecto granadino La Parade, formado en el año 2012 por Aurelio Ávila, bajista de la banda, y Sergio Nevado (guitarra-vocal). Antiguos compañeros en la Escuela de Arte y la grata experiencia de un proyecto musical anterior. Poco tiempo después se sumó a esta cruzada el segundo guitarrista Javier Vera y el batería Álvaro Mérida.
Los cuatros en apenas un mes grabaron una pequeña demo de 3 canciones financiada por ellos mismos llamado “Diez Mil Rostros”, obteniendo el particular apoyo del sello nacional Aneurisma Records y las posteriores críticas positivas del sector especializado.
El año pasado, La Parade ofrece una serie de conciertos y comparte escenario con bandas como Allfits, Elfindelmundo, Témpano o los también criticados aquí The Dry Mouths. Gracias a estos últimos descubrí a esta banda que no conocía. Sus canciones también aparecen en aquel gran recopilatorio del sello antes mencionado con el nombre de “Desert Sounds”.
Sin embargo la historia de esta banda giraría por otro lado cuando el sello canadiense Zegema Beach Records los incluye en su recopilatorio “Sampler 1#” y los recluta en su parrilla. De aquí empieza a nacer un disco tan conmovedor como es “Voces Del Exilio”. Junto con el sello canadiense, colabora también en la edición los alemanes Maniyax Records y los españoles Gato Encerrado Records. Un respaldo descomunal para esta presentación de la banda en su primer álbum de estudio conceptual.
El disco fue grabado en los Fusible Studio, masterizado por Ultramarinos Costa Brava y de la portada se ha encargado Error! Design
Una introspección a los fondos más bajos del ser humano cuando se aparta de la línea recta. Básicamente estas son las pautas marcadas por las letras que habitan en “Voces Del Exilio”, una exposición confesional en busca de la catarsis.
“Voces Del Exilio” tiene mucho fondo de armario, inspirados en libros de Shimon Bar Yojai y de Friedrich Nietzsche como son “Zohar” y “Así Hablo Zaratustra” respectivamente, hasta tirar de poesías de Rimbaud, Rilke y Olga Orozco.
¿Su estilo? Una fusión de post hardcore con el post rock muy del estilo de los japoneses Envy, añadiendo esas capas de melancolía con las partes más atmosféricas. Desde esa hermosa introducción, la banda arranca con fuerza en la primera “Nuevos Ídolos”. A partir de aquí hasta el final del disco los paisajes sonoros que habitan en este álbum son tan provocativos como hipnóticos.
Melancólicas letras en un mar embravecido dónde vemos a un Sergio que continuamente va ofreciendo diferentes estados de ánimo, desde voces más agresivas hasta partes más dulces y lentas. Completísima la aportación del frontman de la banda en todo el trabajo.
“Descarne” está llena de altibajos en el sonido. Siendo uno de los tres temas que aparecieran en aquella primera demo, La Parade aquí puede parecer por momentos que van completamente desatados, hasta inducirte en las partes más enternecedoras del disco. Una de las mejores del álbum, sin duda. “Noveno Romance” es una de los momentos más conmovedores del disco, los granadinos aquí alcanzan el clímax definitivo del álbum en un tema que por sus letras te hace saltar las lágrimas.
“Diez Mil Rostros” sigue la magnífica senda tristona que van dejando estos cuatro chicos de Granada. Otra de las que también aparecían en la demo del mismo nombre, es muy parecida a la anterior pero no tan buena. “Lo Que Fui, Lo Que Soy” es otra versión más de lo imparable que esta banda cuando ponen toda la carne en el asador.
La cara B de “Voces Del Exilio” arranca con “Ruinas De Infancia”, otra tormenta devastadora de los granadinos, comandada por la agonizante voz de Sergio que traza esos momentos melódicos con los momentos más furiosos, y un inconmensurable Álvaro a la batería que actúa como un verdadero motor V12. “Bruma En Mí” es prácticamente un ejercicio instrumental del grupo sin apenas voces, totalmente improvisado y que suena muy embriagador.
Llegando al final del trabajo nos encontramos con el último corte que faltaba por aparecer de aquella demo inicial. “Ascuas” al igual que su predecesora “París Ha Caído” se caracterizan por su lentitud, la banda aquí se adentra en parajes más melódicos, plagado de sonidos hipnóticos. En ambos casos la tormenta vuelve a desatarse en las partes finales de cada una de las canciones, volviendo a ver esa actitud incisiva de la banda.
Con “Requiem” llegamos al final del disco y ahí una de las partes más intensas. La banda vuelve a hacer hincapié en intercambiarse esas partes más demoledoras con pasajes hermosos, prácticamente la misma tónica de principio a fin para un gran disco que se deja decaer algo en esa cara B.
Su comienzo es fulminante y tal vez ese peso de la balanza no lo soporte tanto la segunda parte del disco. Aun así hablamos de un debut bastante notable y atentos porque desde el mes de Enero, la banda ya está recorriendo toda la península en su particular gira que presenta “Voces Del Exilio”. Ferviente recomendación para los amantes de la filosofía y el post.
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